No descarte lo que en apariencia no tiene explicacion...bienvenido a mi viaje y las experiencias que quiero compartir con ustedes. Como alguien una vez me dijo: SI NO SUBES LA MONTAÑA, NO DESCUBRIRAS LA LLANURA
House Music Ivan Robles
Friday, February 27, 2009
Jeroni Muñoz y la supernova de Tycho
El astrónomo valenciano Jeroni Muñoz vivió un momento crucial en la historia de la Astronomía, la aparición de un nuevo objeto brillante en la constelación de Casiopea, conocido como nova. Este fenómeno generó un terremoto en la sociedad de la época -s.XVI-, ya que se creía que los cielos eran imperturbables. Diversas hipótesis trataron de explicarlo, pero ninguno de los astrónomos contemporáneos podía imaginar que se trataba de una explosión estelar hoy conocida como supernova. Jeroni Muñoz fue uno de los científicos que más trabajó en este nuevo objeto, lo que fue reconocido por colegas europeos contemporáneos de la talla de Tycho Brahe, cuyo nombre fue a la postre el que se dio a la supernova.
Portada de la edición francesa del 'Libro del nuevo cometa' de Jeroni Muñoz
Portada de la edición francesa del Libro del nuevo cometa de Jerónimo Muñoz, recogida en el libro Jerónimo Muñoz. Introducción a la Astronomía y la Geografía, coordinado por Víctor Navarro Brotons, Consell Valencià de Cultura.-
Muñoz nació en Valencia en el primer tercio del siglo XVI y estudió en la universidad de esta ciudad, a lo que siguió un periodo de formación y docencia en diversas universidades europeas. A su regreso a los reinos hispánicos, fue catedrático de lengua hebrea y de matemáticas en la Universidad de Valencia y de Matemáticas y Astronomía en la Universidad de Salamanca, donde continuó su docencia del hebreo. Este hecho hace pensar a los historiadores que Jeroni Muñoz fue posiblemente un judío converso. Aunque su trabajo incluye facetas tan diversas como las de lingüista (hebraista y helenista), astrónomo, geógrafo y matemático, su nombre fue conocido en el mundo científico europeo debido a sus trabajos sobre la supernova de 1572, la conocida como supernova de Tycho, el danés que ha pasado a la historia como el principal investigador de este fenómeno.
Esta "nova", como se la denominó en la época por aparecer como una nueva estrella, fue un acontecimiento de una gran importancia, ya que, hasta el momento, el cielo era entendido como inalterable por la filosofía aristotélica imperante. Por ello, Felipe II encargó a Jeroni Muñoz informes sobre sus observaciones e interpretación del fenómeno. El erudito valenciano fue capaz de medir la posición exacta de la estrella, en la constelación de Casiopea, y de determinar que la distancia a la misma, que no pudo calcular con exactitud, era lo suficientemente grande como para asegurar que se trataba de un fenómeno celeste. Estos estudios fueron publicados en el Libro del nuevo cometa, en 1573. Su hipótesis, como indica el título de la publicación, sostenía que se trataba de un cometa, aunque reconocía que su aspecto no coincidía con el descrito en los textos para este tipo de objetos, sino más bien con el de una estrella, y concluyó, contra Aristóteles, que en el cielo se dan "alteraciones y corrupciones". Sus trabajos fueron conocidos en Europa gracias a la traducción de los mismos al francés y a su correspondencia con diferentes astrónomos europeos. El mismo Tycho Brahe utilizó los datos de Muñoz, elogiando su precisión, a la vez que diferentes autores del siglo XVII, como Galileo.
En contra de Copérnico
En otro de los grandes debates de la época, Muñoz se situó en contra de la teoría heliocentrista de Copérnico, intentando refutarla con argumentos científicos en sus trabajos. A pesar de ello, aconsejaba a sus alumnos la lectura de las publicaciones del astrónomo polaco, al que consideraba como excelente.
Diversos tratados (de aritmética y matemáticas o de hebreo) nos muestran sus contribuciones a las ramas del saber antes nombradas. También publicó algún folleto dedicado a la Astrología, que en la época era una rama del saber asociada a la Astronomía, muy alejada de lo que ha devenido hoy día. Se conservan algunos manuscritos para sus cursos universitarios en diversas disciplinas y Comentarios a obras clásicas, como de la Historia Natural, de Plinio, o de los Comentarios de Theon al Almagesto, de Ptolomeo, donde discute la teoría heliocentrista de Copérnico dentro de su análisis de la Astronomía ptolemaica. Estos trabajos sobre textos clásicos se enmarcan dentro de las tendencias del humanismo europeo de su tiempo. Sin embargo, no publicó muchos de sus estudios por considerar que no se le agradecía su trabajo, sino que, por el contrario, había sido injuriado por los miembros de la corte del rey a raíz de sus estudio del "nuevo cometa", y porque opinaba que no era sabio publicar libros de Matemáticas, porque "no es España observadora de astros, ni se colabora con las matemáticas, sino sólo con las artes mercantiles. Es imprudente, aún más, de pródigos, querer editar nada de matemáticas, ya que los gastos de impresión son enormes, y los libros no se venden...".
Para Muñoz, había que separar los asuntos naturales, que debían abordarse desde la razón, de las cosas de la fe, inalcanzables desde la razón humana. Este breve repaso a su biografía revela su talla intelectual y su racionalidad, en un entorno social e histórico poco dado a una racionalidad que no llegó a calar en algunas sociedades europeas hasta la Ilustración.
Exhumación en Joyabag
CIUDAD DE GUATEMALA.- Imagínese que hace horas que ha comenzado a tirar del hilo de una madeja y no aparece el final. Seguro que se iría a dormir un tanto desolado y reanudaría su trabajo al día siguiente. Imagínese ahora que ya lleva días, o meses, o años, o décadas persiguiendo el final de la esfera de lana, pero ésta se va haciendo cada vez más voluminosa. Pensaría que ha perdido la razón. Imagínese que en el lecho de muerte les ruega a sus hijos que continúen tirando del hilo hasta que encuentren la respuesta al dilema al que ha estado encadenado. Podría ocurrir que sus hijos fuesen relevados por sus nietos. Y éstos por sus propios hijos. Sucesivamente hasta un tiempo irreal.
Pues así podría representarse el dolor de Guatemala: como una madeja inmensa de muerte y desesperación que carece de final. La verdad, la justicia y la compensación a años de espera y sufrimiento sólo aparecen en pequeñas gramadas. Los familiares de los masacrados y los desaparecidos, reconvertidos en víctimas eternas, intentan desenterrar "la verdad bajo la tierra" (consulten el libro fotográfico del mismo título de Miquel Dewever, editado por Blume) con una paciencia que conmueve mientras los verdugos y los asesinos se pasean con total impunidad sin que el Estado sea capaz de juzgarlos.
Cada vez que se abre una fosa común se produce un pequeño triunfo contra los partidarios del olvido. La verdad se aposenta en los informes de los antropólogos forenses y pasan a integrar el gran libro de la Justicia Universal. Los familiares pueden, por fin, enterrar con dignidad a sus seres queridos.
Hace una década, una joven guatemalteca llamada Victoria Aurora Tubin, hija de un desaparecido en 1981, me contó un sueño: "Alguien me cuenta que mi papá me espera en el interior de un túnel. Allí está sentado tal como sus captores lo han dejado. Llorando me pide que corra a contarle a mi mamá que, por fin, lo hemos encontrado. Está muerto, pero ya lo podemos enterrar y levarle flores el día de difuntos".
En Joyabag los niños están en primera fila y miran sin sorprenderse como si el estudio de la muerte fuese una de sus asignaturas preferidas. En el fondo de la fosa hay tres cuerpos incompletos, otras dos calaveras, una perteneciente a una niña, y un gorrito. Los antropólogos ya han sacado las osamentas de tres mujeres. Pero siguen sin aparecer dos adolescentes y el dueño del gorrito: un niño de año y medio.
"Es muy posible que los animales salvajes consiguieran desenterrar algunos cuerpos. Hace más de 25 años, pocos días después del asesinato y el entierro clandestino, los aldeanos encontraron restos humanos desperdigados muy cerca de aquí", explica uno de los peritos.
Los antropólogos forenses miden la fosa común.
Los asesinos mataron a sus víctimas a machetazos. Algunos cuerpos no tienen brazos ni manos. La mandíbula de la mujer, cuyo pecho está adornado por un bello huipil, está muy abierta como si de ella quisiera salir un grito.
Los forenses comienzan a recoger los restos en cajas de cartón para trasladarlos a los laboratorios de la capital. Allí consignarán la forma en que murieron y los identificarán individualmente. Este proceso durará entre seis meses y un año.
200.000 guatemaltecos murieron o desaparecieron durante los 35 años de conflicto armado que empezó en 1962 y concluyó en 1996. El quinquenio más sangriento tuvo lugar entre julio de 1978 y agosto de 1983, durante los gobiernos genocidas de los generales Fernando Lucas García y Efraín Rios Montt.
La Comisión de Esclarecimiento Histórico de la ONU contabilizó 626 masacres contra las comunidades de origen maya desarmadas, que no pudieron defenderse. Los investigadores internacionales demostraron que las fuerzas gubernamentales con el Ejército a la cabeza fueron los responsables del 93% de las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzosas mientras la guerrilla participó directamente en un 3%.
La Fundación de Antropología Forense de Guatemala ha encontrado 5.000 cuerpos en la última década. Un 60% ya ha sido identificado. Las osamentas restantes permanecen almacenadas en cajas de cartón. El nuevo laboratorio de ADN, inaugurado en noviembre de 2008, posibilitará una mayor rapidez en la identificación. Pero se necesitarán décadas de trabajo para desenterrar toda la verdad de Guatemala.
Los primeros pasos del hombre moderno
Hallan en Kenia huellas de homínidos de hace 1,5 millones de años
Estos individuos ya eran capaces de caminar como humanos modernos
Tenían pies anatómicamente muy similares a los del 'Homo sapiens'
El árbol de la evolución de los homínidos es un complicado puzzle que abarca apenas un instante de la Historia de la Vida, desde hace entre seis y siete millones de años hasta la actualidad. El hallazgo de fósiles supone la base sobre la que descansa este complicado laberinto, pero en ocasiones otro tipo de hallazgos revela datos fundamentales que permiten completar los huecos de nuestro árbol de la vida. Un equipo científico, dirigido por el investigador de la Escuela de Ciencias de la Conservación de la Universidad de Bournemouth en Reino Unido Matthew R. Bennett, presenta hoy en la revista 'Science' el hallazgo de dos pruebas fósiles de huellas de pisadas que aclaran la evolución de la forma de andar que conservamos los humanos.
El descubrimiento ocurrió en dos estratos sedimentarios situados en Ileret (Kenia), a tan sólo unos kilómetros de distancia del lago Turkana. Fue precisamente en este lugar donde el equipo del paleoantropólogo Richard Leakey, hijo del famoso Louis Leakey, encontró los restos fósiles del homínido conocido como el niño de Turkana (contaba con ocho años de edad en el momento de su muerte). Leakey no tardó en señalar que se trataba del más completo miembro de la especie 'Homo ergaster', la primera en mostrar un acortamiento del tronco y unas extremidades más largas que las de los homínidos más primitivos, un rasgo distintivo del género 'Homo'.
Como parece lógico pensar debido a la cercanía de ambos yacimientos, Bennett y su equipo creen que las pisadas corresponden a la especie a la que pertenece el niño de Turkana. «Estamos convencidos de que las huellas fueron hechas por un Homo ergaster o por un primitivo 'Homo erectus' y que, además, tenía una forma de andar y una anatomía del pié como las del hombre moderno», asegura a EL MUNDO Matthew R. Bennett.
Los estratos donde se hallaron las pisadas están separados por cinco metros de sedimentos. El primero de ellos contiene dos rastros de dos huellas cada uno y otro de siete huellas seguidas. Y el segundo presenta una huella aislada y un rastro de dos huellas. De manera que siete simples pasos de un homínido de un millón y medio de años pueden revolucionar el conocimiento de uno de los rasgos adaptativos más distintivos del ser humano: el bipedismo, una adaptación que apareció por primera vez hace seis millones de años en un primitivo pariente del ser humano llamado Ardipithecus ramidus.
La pisada del hombre moderno
El descubrimiento de Bennett supone la primera prueba de rastros de pisadas que tiene la Ciencia atribuibles al género Homo, al que pertenece nuestra especie Homo sapiens. Pero, no es la huella más antigua de un homínido. En 1978, otro miembro de la familia Leakey, en este caso Mary, la esposa del pionero de la paleoantropología Louise Leakey, descubrió en Laetoli (Tanzania) un rastro de más de tres millones y medio de años de antigüedad hecha por un Australophitecus afarensis.
Un ángulo pequeño entre el dedo gordo y el eje del pié, el arco longitudinal de la planta y la distribución medial del peso durante el avance de la pisada son los tres rasgos distintivos de la pisada humana moderna. Los investigadores digitalizaron con un escáner láser óptico las nuevas huellas, para poder compararlas con las encontradas en Laetoli y con las del ser humano moderno.
Los resultados no dejan lugar para la duda. La huella realizada por la especie de Laetoli no muestra ni los rasgos distintivos de la anatomía de los homínidos modernos ni su forma de andar. En cambio, las nuevas huellas coinciden con las del ser humano. «Andaban como nosotros y, probablemente, eso ayudó a esta especie en su migración fuera de África», cuenta Bennett.
La imagen de una estrella
Imagen de T leporis comparada con la órbita terrestre. El segmento representa 4 milisegundos de arco. Foto: ESO.
Consiguen la primera imagen con detalles y en color de una estrella por interferometría infrarroja.Unos astrónomos han logrado captar la imagen de la estrella T leporis con una resolución sin precedentes. Gracias una técnica interferométrica la imagen de la estrella, en lugar de aparecer como un punto borroso aparece como un objeto con volumen y estructura.
La imagen fue tomada gracias a varios telescopios que ESO tiene en Paranal formando el sistema VLTI (Very Large Telescope Interferometer), un sistema interferométrico.
El conjunto de telescopios empleados en esta técnica consta de cuatro telescopios de 1,8 metros de diámetro y se usaron en grupos de tres durante varias noches para obtener imágenes bajo diferentes configuraciones y posiciones. Los telescopios, separados unas decenas de metros unos de otros y conectados ópticamente en todas estas combinaciones, fueron capaces finalmente de obtener una imagen combinada con la misma resolución que la que se obtendría con un solo telescopio con un espejo primario de 100 metros.
Este sistema opera en el infrarrojo cercano. Recordemos que este tipo de sistemas debe de estar ajustados con una precisión equivalente a la longitud de onda empleada, siendo más sencillo hacerlo, por tanto, en el infrarrojo que en el visible. En este caso la precisión es de una micra en 100 metros y se debe de mantener durante toda la observación, algo muy difícil de conseguir.
Para hacernos una idea del poder resolutivo se podría decir que el tamaño aparente de esta estrella es similar al que tendría una casa de dos pisos situada en la Luna. Es decir, el poder de resolución de este sistema es unas 15 veces mayor que el alcanzado por el telescopio espacial Hubble.
Aunque la imagen de la estrella ocupa sólo 15×15 píxeles, se trata de la primera imagen obtenida por interferometría infrarroja en color (colores o distintas frecuencias en el infrarrojo). En ella se han podido ver las capas esféricas de gas molecular que hay alrededor de esta vieja estrella con estructura de cebolla.
T leporis es una estrella gigante roja cuyo diámetro es unas 100 veces el del Sol, más o menos la distancia de la Tierra a nuestra estrella, y está rodeada por una esfera de gas unas tres veces mayor. Es similar a la estrella Mira. Aunque se encuentra a 500 años luz de nosotros, podemos ver su disco aparente gracias a su gran tamaño. Se trata de una estrella vieja que está en sus últimos estadios de evolución estelar.
Las estrellas de baja masa como T leporis, Mira o el Sol terminan por agotar su combustible nuclear (en el caso del Sol en unos 5000 millones de años), crecen en tamaño y engloban los planetas más interiores de su sistema (si existen), convirtiéndose en gigante roja. Las capas exteriores son proyectadas lentamente al espacio mientras que su núcleo termina siendo una enana blanca. Las capas exteriores, en su lento viaje hacia el espacio vacío, se van transformando en uno de los objetos más bellos del Universo: una nebulosa planetaria (un nombre por otra parte confuso porque no tiene nada que ver con planeta alguno). Las estrellas de baja masa tienen, probablemente, la forma más estilosa de morir.
T Leporis tiene pulsaciones con un periodo de 380 días en los que pierde una masa equivalente a la masa de la Tierra anualmente. Los astrónomos están muy interesados en investigar este fenómeno y esta fase de la evolución estelar en este tipo de estrellas.
Fuentes y referencias:http://www.eso.org/public/outreach/press-rel/pr-2009/pr-06-09.html
Un Planeta Algo Mayor Que Neptuno a 120 Años-Luz
Unos astrónomos del Centro para la Astrofísica (CfA), gestionado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano, han descubierto un planeta un poco más grande y masivo que Neptuno orbitando alrededor de una estrella situada a 120 años-luz de la Tierra. Mientras que Neptuno tiene un diámetro 3,8 veces superior al de la Tierra y una masa 17 veces mayor, el nuevo planeta (llamado HAT-P-11b) es 4,7 veces mayor que la Tierra y tiene una masa de 25 masas terrestres.El HAT-P-11b fue descubierto porque realiza tránsitos por su estrella, es decir pasa directamente por delante de ésta, bloqueando de esta forma cerca del 0,4 por ciento de su luz. Estas sutiles disminuciones periódicas de brillo fueron captadas por una red de pequeños telescopios automáticos conocida como "HATNet". El HAT-P-11b es el undécimo planeta de otro sistema solar que encuentra la HATNet, y el más pequeño descubierto hasta el momento por los proyectos en curso en todo el mundo de análisis de tránsitos.
El planeta orbita muy cerca de su estrella, con un periodo de tan sólo 4,88 días. Como resultado, tiene una temperatura de alrededor de 600 grados centígrados. Su estrella tiene un tamaño equivalente a tres cuartas partes del que tiene el Sol y es un poco más fría que éste.
Gaspar Bakos, astrónomo de la Universidad de Harvard, fue quien dirigió al equipo que realizó el descubrimiento.
Existen indicios de un segundo planeta en el sistema HAT-P-11, ubicado en la constelación del Cisne, pero se necesita realizar nuevas observaciones para confirmar su existencia y determinar sus propiedades.
Este sistema solar será uno de los objetivos de la futura nave espacial Kepler de la NASA. La Kepler buscará planetas de otros sistemas solares utilizando la misma técnica de análisis de tránsitos utilizada por los telescopios en tierra. En esta misión se podría potencialmente detectar el primer mundo semejante a la Tierra que orbita una estrella distante, ya que la Kepler es capaz, si las condiciones son idóneas, de descubrir planetas del tamaño de la Tierra e incluso algo más pequeños que ésta.
Información adicional en: http://www.scitech-news.com/ssn/index.php?option=com_content&view=article&id=940:transit-search-finds-super-neptune&catid=34:astronomy&Itemid=34
Clasificando por Categorías los Mecanismos de Camuflaje del Reino Animal
Los mecanismos naturales de camuflaje permiten a muchos animales hacer más discreta su presencia ante eventuales depredadores, o bien presas a las que acercarse disimuladamente. Algunas especies, como por ejemplo el camaleón, disfrutan de sistemas formidables de este tipo.Roger Hanlon, científico del Laboratorio de Biología Marina, se ha pasado 35 años estudiando el camuflaje animal, y en ese tiempo ha descubierto tres grandes clases en las que pueden agruparse todos los patrones de camuflaje corporal. Él y sus colegas detallan esas tres clases de patrones, y el cómo logran diferentes mecanismos de engaño visual, en un análisis recopilatorio.
"El camuflaje se encuentra en todo el reino animal, en animales grandes y pequeños, en los húmedos y en los secos, pero probablemente sea uno de los fenómenos naturales conocidos menos estudiados", advierte Hanlon.
Ésta es una de las primeras iniciativas para cuantificar los patrones de camuflaje corporal. Hanlon destaca que nadie antes había podido cuantificar con éxito lo que implica exactamente la capacidad de mimetizarse con el entorno.
Aunque Hanlon y sus colegas han comenzado a comparar las tácticas de camuflaje de muchos animales (grandes primates, anfibios, reptiles, peces e insectos) este nuevo análisis se centra en los cefalópodos, grupo que incluye a los calamares, los pulpos y las sepias. Conviene destacar que estos moluscos de cuerpo blando son capaces de producir dinámicamente las tres clases de patrones de camuflaje corporal (el camuflaje uniforme, el moteado y el irregular).
Los cefalópodos son los animales de camuflaje más cambiante sobre la Tierra. No existe otro grupo animal sobre nuestro planeta que pueda igualar su diversidad y velocidad para disfrazarse. Poseen la más amplia gama de patrones y sus cambios de aspecto son los más rápidos. Por lo tanto, son un buen modelo para ayudar a los científicos a desvelar los principios generales del camuflaje.
Hanlon está desarrollando una descripción matemática de los patrones que puede ser empleada con propósitos comparativos en todo el reino animal, para comprender mejor este fenómeno biológico.
Para lograr su propósito, el equipo desarrolló un programa informático que mide el grado de contraste y granulosidad (a escala espacial) en las manchas claras y oscuras del cuerpo del animal. Estos dos parámetros les permiten clasificar, a grosso modo, cualquier imagen de camuflaje animal en alguna de las tres clases de patrones corporales.
Información adicional en: http://www.scitech-news.com/ssn/index.php?option=com_content&view=article&id=911:now-you-see-it-now-you-dont-mbl-scientists-unraveling-the-mystery-of-camouflage&catid=49:zoology&Itemid=69
El Rango Auditivo del Pájaro Más Antiguo Conocido Era Similar al del Emu
El pájaro más antiguo conocido, el Archaeopteryx, del tamaño de una urraca, tenía un rango auditivo similar al del moderno emú, lo que sugiere que esta criatura de 145 millones de años de antigüedad, a pesar de sus dientes y larga cola reptilescos, era más parecida a las aves que a los reptiles, según una nueva investigación.Empleando una innovadora tecnología, un equipo de paleontólogos y biólogos de Londres, Munich y Ohio han demostrado, por primera vez, cómo se puede emplear la longitud del oído interno de las aves y de los reptiles para predecir con precisión su capacidad auditiva, e incluso aspectos de su comportamiento.
Los paleontólogos Stig Walsh y Paul Barrett del Museo de Historia Natural de Londres, y sus colaboradores, fueron capaces de utilizar estos resultados para predecir cómo las aves y los reptiles extintos podían haber escuchado los sonidos de su entorno, y encontraron que el Archaeopteryx tenía un rango auditivo promedio de aproximadamente 2.000 Hz. Esto significa que tenía un oído similar al de los modernos emúes, los cuales poseen uno de los rangos auditivos más limitados entre las aves modernas.
Anteriormente, los investigadores sólo habían sido capaces de estimar cómo escuchaban los sonidos de su entorno los animales prehistóricos, examinando los cráneos dañados de fósiles y relacionando el tamaño de la región cerebral con la capacidad auditiva, basándose para ello en comparaciones con los parientes modernos de esas especies animales. Las imágenes obtenidas mediante tomografía computerizada, sin embargo, permitieron al equipo reconstruir con precisión la anatomía del oído interno de varios especímenes intactos de aves y reptiles. Fueron analizadas 19 especies, incluyendo tortugas, cocodrilos, serpientes y aves.
Examinando las imágenes tridimensionales brindadas por la tomografía computerizada, los investigadores fueron capaces de ver por primera vez la relación real existente entre la capacidad auditiva y el comportamiento en los reptiles y pájaros extintos.
El estudio también aporta más información sobre cuán semejante a las aves era el Archaeopteryx. La investigación anterior realizada por los investigadores ya reveló que la parte del oído que controla el equilibrio era igual a la de las aves modernas, y ahora han comprobado que el Archaeopteryx, además, también oía como un pájaro.
Información adicional en: http://www.scitech-news.com/ssn/index.php?option=com_content&view=article&id=923:high-tech-imaging-of-inner-ear-sheds-light-on-hearing-behavior-of-oldest-fossil-bird&catid=47:palaeontology&Itemid=67
Guerra Química en Tiempos del Imperio Romano
Un investigador de la Universidad de Leicester ha identificado lo que parece ser la evidencia arqueológica más antigua de armamento químico, remontándose nada menos que a tiempos del Imperio Romano.Simon James, arqueólogo de la Universidad de Leicester, ha presentado indicios de que una veintena de soldados romanos, encontrados en una antigua mina asediada en la ciudad de Dura-Europos, Siria, fallecieron no como resultado de una estocada con espada o de un lanzazo, sino asfixiados.
Dura-Europos, ciudad a orillas del Éufrates, fue conquistada por los romanos, quienes entonces instalaron allí una gran guarnición de tropas. Alrededor del año 256 d. C., la ciudad fue sometida a un feroz asedio por parte de un ejército del emergente Imperio Persa-Sasánida. La dramática historia ha sido reconstruida exclusivamente a partir de restos arqueológicos, pues ningún texto antiguo la describe. Las excavaciones en el área comenzaron en la década de 1920 y se prolongaron durante la de 1930. Sin embargo, no todo fue descubierto entonces ni mucho menos. Al ser reanudadas las excavaciones en años recientes, han acabado dando como resultado varios descubrimientos espectaculares.
Los sasánidas emplearon todo el arsenal de técnicas de asedio antiguas para superar las defensas de la ciudad, incluyendo excavación de minas para vencer sus murallas. Los defensores romanos respondieron abriendo "contraminas" para rechazar a los atacantes. En una de esas estrechas y bajas galerías subterráneas, se encontró, en la década de 1930, un montón de cuerpos, de cerca de 20 soldados romanos todavía con sus armas. Recientemente, mientras James trabajaba en el yacimiento arqueológico, reexaminó la "escena del crimen" tratando de averiguar la causa de muerte de estos soldados, y cómo llegaron al lugar donde fueron encontrados.
A juzgar por los cadáveres, parece claro, tal como señalan los arqueólogos, que cuando mineros y contramineros se encontraron, los romanos perdieron la escaramuza. Un análisis cuidadoso de la disposición de los cuerpos demuestra que estos fueron apilados intencionadamente contra la boca del túnel romano, usando a sus víctimas para crear una barrera de cuerpos y escudos, paralizando así el contraataque romano mientras prendían fuego a la contramina, colapsando la galería, lo que permitió a los persas proseguir con su operación de avance subterráneo. Esto explica el por qué se encontraron los cuerpos en esa posición. ¿Pero cómo murieron? Matar a 20 soldados en un espacio con menos de 2 metros de altura o anchura, y de cerca de 11 metros de longitud, requería de los persas una fuerza de combate sobrehumana, o bien algo más insidioso.
Los hallazgos realizados en el túnel romano revelaron que los persas emplearon betún y cristales de azufre para quemarlo. Cuando ardieron, tales materiales produjeron densas nubes de gases asfixiantes.
Los persas debieron oír a los romanos mientras excavaban el túnel de contraataque, y prepararon una peligrosa sorpresa para ellos. Los arqueólogos creen que los sasánidas colocaron braseros y fuelles en su galería, y cuando los romanos abrieron un boquete, los sasánidas vertieron la mezcla de productos químicos y bombearon nubes de humo sofocante dentro del túnel romano a través del agujero. La partida de asalto romana quedó inconsciente en cuestión de segundos, muriendo pocos minutos después.
Información adicional en: http://www.scitech-news.com/ssn/index.php?option=com_content&view=article&id=902:university-of-leicester-archaeologist-uncovers-evidence-of-ancient-chemical-warfare&catid=35:archaeology&Itemid=55
El lado amable de la antigua cultura azteca
Caroline Dodds Pennock. (Foto: Caroline Dodds Pennock)
(NC&T) Su labor de investigación está recogida en un nuevo libro, "Bonds of Blood" ("Lazos de sangre"), y Pennock fue también consultora para un episodio de una importante serie documental dramatizada de la BBC, que trata sobre la invasión sufrida por los aztecas por parte de los conquistadores españoles.
Pennock señala que las percepciones de la sociedad azteca suelen estar muy coloreadas por el filtro de su historial de sacrificios humanos y de violencia religiosa espectacular, lo que conduce a su vez a sacrificar la interpretación más global de otros aspectos de su cultura: "La peculiar naturaleza sangrienta de su sociedad ha tentado a la historia a colocarlos fuera de las normas del comportamiento social humano".
Pennock argumenta que ésta fue una cultura de contradicciones y de intrincadas complejidades, dramáticamente violenta y apasionadamente religiosa, pero en la que también es posible hallar lo personal y lo privado, las nimiedades de la vida cotidiana que hacen que la sociedad de esas gentes nos resulte tan familiar como la nuestra propia.
Mirando atrás con objetividad, desde la perspectiva actual, parece haber sido una civilización muy avanzada en unas cosas, y atrasada en otras, una visión que se ha visto reforzada por representaciones culturales populares.
Perseguidos por el fantasma del sacrificio humano, como sacerdotes sangrientos y guerreros brutales, los aztecas han poblado de manera pródiga las páginas de la historia, del mito y de la ficción, con su espectacular violencia dominando las percepciones de su cultura y colocando un velo sobre su estilo de vida.
El trabajo de Pennock es un estudio innovador sobre la vida cotidiana de los aztecas. La académica señala que, a pesar de sus violentos derramamientos de sangre, los aztecas eran un pueblo expresivo y compasivo, con sus individuos viviendo y trabajando de manera cooperativa.
Analizar los choques entre culturas del pasado puede ser útil para tratar de mitigar choques culturales actuales.
"En particular, el encuentro entre aztecas y españoles fue uno de los más grandes choques culturales en la historia. Ambas sociedades estaban muy civilizadas, pero sus visiones sobre el mundo eran radicalmente diferentes, y su enfrentamiento ejemplifica la lucha sobre los valores culturales que tan frecuentemente vemos hoy en contextos muy distintos", explica Pennock.
Thursday, February 26, 2009
Una cita con las ballenas grises
A la laguna Ojo de Liebre, ubicada a 450 millas al sur de la frontera entre México y Estados Unidos, acaban de llegar decenas de ballenas grises (Eschrichtius robustus) dispuestas a aparearse. Este cetáceo viaja cada año desde el Ártico hasta las cálidas aguas mexicanas, protagonizando la migración más larga conocida realizada por un mamífero. El final de su viaje se ha convertido en un auténtico espectáculo anual.
Las ballenas grises alcanzan entre 11 y 15 metros de longitud y pueden pesar un máximo de 30 toneladas.
Aunque hace más de un siglo la ballena gris estuvo al borde de la extinción, su situación cambió drásticamente con la creación de la Comisión Ballenera Internacional, en 1947. Desde esa fecha, gracias al esfuerzo internacional, su población en el Pacífico se ha recuperado hasta alcanzar entre 19.000 y 23.000 individuos.
Este cetáceo no tiene aleta dorsal. En su lugar, exhibe unas jorobas bajas y redondas en la parte trasera de su espalda.Durante su migración pueden nadar sin parar por períodos de 20 horas a una velocidad de 7 kilómetros por hora.
La ballena gris es el cetáceo vivo más primitivo que existe actualmente. Es un descendiente directo de mamíferos marinos del Oligoceno que, hace 30 millones de años, también filtraban el agua de los océanos para alimentarse.
Operación dodo
Beth Shapiro y Scott Lucas trabajan en la reconstrucción del dodo, aquel legendario pajarraco endémico de la isla y República de Mauricio, al este de Madagascar, que caminaba en lugar de volar. La última vez que se le vio con vida fue en la década de 1680. Pero tanto Shapiro como Lucas se apresuran a añadir que no tienen ningún interés en clonar a esta ave de casi un metro de altura, que no era estúpida –como se ha afirmado tradicionalmente– y se extinguió en menos de 90 años, una velocidad supersónica en paleontología.
Shapiro es una bióloga estadounidense especializada en la evolución que trabajó en Oxford y actualmente desarrolla su labor en la Universidad Estatal de Pensilvania. A sus 32 años ha estudiado restos de bisontes, mamuts y otros grandes mamíferos víctimas de las extinciones del Pleistoceno, hace 10.000 años. Sus intereses actuales se centran en extraer y escudriñar el muy antiguo ADN del dodo, lo que la ha colocado a la cabeza de esta nueva disciplina científica que consiste en reconstruir y amplificar ADN de hace siglos para ver el pasado; especialmente, cómo el cambio climático afectó a la evolución, distribución y desaparición de los organismos.
Por su parte, Scott Lucas trabaja con la empresa Phil Fraley Productions, en Nueva Jersey, que se dedica a hacer modelos de animales extintos y a restaurar los huesos originales de las criaturas que vemos en los museos. La fama de la firma, que emplea a biólogos, paleontólogos, artistas e ingenieros, incluye haber dejado como nuevos los dinosaurios del venerable Museo Carnegie en Pittsburgh. El modelo de dodo creado por Fraley para el Museo Raffles de Singapur ha sido descrito como uno de los mejores que existen de esta ave.
Analizar los genes de animales y plantas que vivieron hace siglos permite a los investigadores trazar su evolución con una exactitud inimaginable hace cinco años. Comparando el ADN del dodo con el de otras cinco especies, por ejemplo, Beth Shapiro ha podido establecer que el ave de Mauricio, que irónicamente nunca necesitó volar para sobrevivir, fue prima lejana de las palomas modernas, maestras en la navegación aérea.
La reconstrucción, paso a paso
El problema es que obtener ADN de criaturas extinguidas para un estudio molecular es complicado. Especialmente el del dodo, porque sus huesos no son grandes y los conservadores de los pocos museos que los tienen no se toman muy bien que un investigador llegue pidiéndoles el favor de cortar trozos de sus preciosos especímenes. “Y además, no tenemos la seguridad de poder extraer ADN de ellos, porque eso depende de su estado de conservación”, dice Shapiro en una entrevista telefónica. “Así que yo no sabía quién estaba más nerviosa, si la directora de colecciones especiales del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford o yo. El proceso de extracción del ADN del dodo implica cortar un trozo del hueso de la pierna del tamaño de una uña, y molerlo hasta convertirlo en un polvillo muy fino. Luego obtenemos el ADN con una sustancia química que rompe las células. El paso siguiente es la reacción en cadena de la polimerasa. Esta es una técnica estándar de laboratorio que se usa mucho en estudios genéticos para amplificar el ADN”.
Más exactamente, estas enzimas de polimerasa ayudan a los genes a copiarse a sí mismos. Cuando se calienta la solución a 65 grados centígrados, las cadenas de ADN se separan en dos hebras. Y al enfriarse, las enzimas de polimerasa se pegan al material genético del dodo, fabricando copias a gran velocidad. Una noche entera de trabajo, repitiendo el proceso una treintena de veces, puede producir hasta un millón de copias de un gen o de un trozo de gen.
“Al principio estábamos interesados en tratar de descubrir qué clase de ave era el dodo. Y el análisis genético reveló sin lugar a dudas que es descendiente de una paloma. Su pariente vivo más cercano es la paloma de Nicobar (Caloenas nicobarica), que es muy bonita. Y ambos están más estrechamente emparentados de lo que nos imaginábamos”. Shapiro y otros expertos piensan que la paloma de Nicobar salió de la India hace unos cinco millones de años, e impulsada por los alisios, hizo escalas en las islas volcánicas de Mauricio y Rodrigues, donde se separó en dos líneas de descendencia. Una produjo el ave conocida como Solitario de Rodrigues, y la otra dio como resultado el Dodo de Mauricio; ambas perdieron la capacidad de volar.
¿Cuánto tiempo tarda un ave voladora en convertirse en una que no vuela? Según Julián Pender Hume, paleobiólogo del Museo de Historia Natural de Londres y líder de excavaciones en Mauricio, para ciertos grupos de aves la transformación puede ocurrir en cuestión de generaciones, porque sus polluelos sólo adquieren la capacidad de vuelo en la última etapa de su desarrollo. Y si se les coloca en un ecosistema donde no ven la necesidad de volar, simplemente no desarrollan esa etapa. En cambio para otros grupos, como las palomas, el proceso puede ser mucho más prolongado.
Al igual que las palomas actuales, el dodo estaba perfectamente adaptado a su nicho. De hecho, le iba muy bien hasta que los colonos llegaron a Mauricio con sus cerdos, sus ratas y sus perros. Y de pronto, adiós dodo.
Basándose en documentos históricos, Shapiro cree que, a diferencia de los moas en Nueva Zelanda, devorados por los maoríes, los dodos no sucumbieron en la mesa; quizá no eran igual de sabrosos. En cambio, probablemente las ratas encontraron sus huevos irresistibles. Shapiro es contraria a la hipótesis que sostiene que eran unas aves bastante tontas; lo que ocurrió más bien fue que no estaban preparadas para un cambio tan abrupto. “Era simplemente un animal que en su proceso evolutivo había perdido todo miedo a su entorno. Se acercaba a la gente por curiosidad. No sospechaba que ese nuevo animal de dos patas representaría su muerte. ¿Cómo podía saberlo?”.
Cuando se le pregunta por la posibilidad de resucitar a un dodo, Shapiro responde con un bufido de ironía. “No pierda el tiempo. Primero, cuando muere un organismo todo conspira para degradar su ADN: la luz ultravioleta, la oxidación, los ambientes pantanosos como Mauricio. Cuantos más años lleve muerto el organismo, más cortos son los fragmentos de ADN que se pueden amplificar. Y segundo, sólo se han podido sacar trozos de entre 50 y 150 pares de bases de largo del genoma del dodo, que seguramente tenía millones y millones de ellas”. Además, ni siquiera es ADN del núcleo, sino de las mitocondrias.
“Antes de pensar en clonar un dodo tendríamos que descubrir cómo obtener ADN del núcleo, y además en fragmentos largos”, explica Shapiro. “Luego habría que unirlos en orden dentro de los cromosomas correctos, y finalmente, hallar un vientre materno adecuado. Aún ignoramos muchas cosas sobre cómo fabricar un animal dentro de otro. Muchos genes se activan por sí mismos durante el embarazo y otros muchos en realidad son controlados por la madre. ¿Si metemos un mamut dentro de una elefanta, qué nos garantiza que los genes de la madre no vayan a apagar los del mamut para terminar produciendo un elefantito?”. Y añade, “¿para qué queremos un dodo vivo si su hábitat ya no es capaz de mantenerlo?”.
La tarea de Shapiro consiste más bien en usar el puñado de genes extraídos del dodo como claves para reconstruir parte del pasado de Mauricio y la de su drástica extinción, y compararla con el historial de extinciones de islas aledañas. Para eso necesita trozos de huesos de dodos de diferentes períodos y áreas. Muchos de esos huesos existen en el Museo de Historia Natural de Mauricio . Otros podrían seguir enterrados, aunque la humedad de esos pantanos no augura nada bueno para su ADN. “Es un reto enorme porque el ambiente de preservación es bastante malo, a diferencia del de Siberia, por ejemplo, que siempre es frío”.
Si el ADN es el mayor obstáculo para la bióloga, para Scott Lucas el problema es que nadie sabe con exactitud qué aspecto tenía el dodo. “Busque usted dodo en las imágenes de Google, y le saldrán más de dos millones y medio. Y muchas son distintas. Hay dodos gordos, dodos flacos, dodos blancos, dodos grises, dodos pardos, dodos adornados, dodos sin adornar. Hay dodos en estampillas y monedas y óleos barrocos; en litografías victorianas y caricaturas. Muchos museos tienen modelos de dodo, pero incluso estos son inconsistentes”, escribe Lucas en un informe sobre su fabricación del modelo de dodo para el Museo Raffles. “Este es el problema para quienes queremos recrear correctamente esta ave: todo el mundo cree saber cómo era, pero de hecho muy poca gente llegó a ver uno vivo o muerto”.
Además, era frecuente que los artistas se basaran en ilustraciones anteriores, porque muy pocos dodos llegaron vivos a Occidente; los huesos de uno están en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford. A esto se añade que cada vez que los naturalistas veían dodos de colores distintos, los describían como especies separadas, cuando en realidad se trataba de la misma. Los expertos concuerdan en que sólo existen dos ilustraciones anatómicamente correctas del ave, hechas a partir del animal vivo: una son los dibujos del artista Joris Joostensz, en el cuaderno de bitácora del buque Gelderland. La otra es una exquisita miniatura de 1625 de Ustad Mansur, el pintor real del emperador mogol Jahangir. Puesto que el zoológico del soberano estaba en la ciudad de Surat, la pintura se llama el Dodo de Surat.
El modelo del dodo que Phil Fraley Productions hizo para Singapur fue un trabajo en equipo con ornitólogos, conservadores, taxidermistas, paleontólogos, historiadores y artistas. Lo bautizaron como Clarence. La cabeza se basó en un modelo hecho directamente a partir de una cabeza real disecada. Y, guiado por los conocimientos de Pender Hume y otros expertos, el taxidermista George Dante capturó al dodo en el momento en que andaba buscando alimento cuando algo le hizo levantar la cabeza, atento al peligro.
Decidir cómo debía ser el plumaje fue otro obstáculo; al final se acordó esculpir plumas mitad de paloma y mitad de codorniz. Las patas eran más fáciles, porque existían las originales en los museos. El proceso incluyó fabricar complejos modelos de yeso, arcilla y caucho, buscar el color perfecto para sus ojos de pedernal y aplicar los hermosos colores del Dodo de Saurat. A falta de un espécimen congelado en el tiempo –y a falta de un clon–, dice Lucas, “Clarence es por el momento la versión más exacta de un dodo que existe en el mundo”.
El deshielo polar es más rápido de lo que se creía
El glaciar Qaleraqdit, en Groenlandia, retrocede hasta siete kilómetros cada año. (Foto: Gustavo Catalán Deus)
El cambio climático es aún más grave de lo que se creía, según las nuevas pruebas aportadas por la mayor investigación internacional de los últimos 50 años en las regiones polares, que son los auténticos barómetros del fenómeno del calentamiento de la Tierra.
Durante dos años, entre marzo de 2007 y la actualidad, unos 10.000 científicos de más de 60 países llevaron a cabo el llamado Año Polar Internacional (API), una campaña de investigaciones científicas intensivas en el Ártico y la Antártida.
"El impacto de la situación en los Polos se transmite a todo el planeta, y en estos dos años se ha constatado que el grado de calentamiento, de retroceso del hielo y de pérdida de masa, incluso en las capas profundas es mucho más importante de lo que se creía", señaló el científico español Jerónimo López Martínez.
"Y todavía quedan por analizar datos, pues hay proyectos y misiones que no han concluido, por ejemplo el buque (español) 'Hespérides' está todavía regresando", agregó.
Las conclusiones del API destacan que el calentamiento en la Antártida está mucho más extendido de lo que se pensaba y que el hielo de Groenlandia se funde cada vez más rápido.
"Parece seguro que tanto el manto de hielo de Groenlandia como el de la Antártida están perdiendo masa y, en consecuencia, elevando el nivel del mar, y que el hielo de Groenlandia se está perdiendo cada vez más rápido", señala el informe.
Gravedad
Las conclusiones superan en gravedad incluso a algunos datos del Grupo Intergubernamental contra el Cambio Climático (GICC), galardonado con el Premio Nobel, que por ejemplo señalaba que frente al calentamiento general la Antártida oriental se estaba enfriando.
"Las recientes investigaciones constatan que también la Antártida en su conjunto se está calentando en los últimos 50 años", afirmó el experto español en Geología.
La elevación del nivel de los mares es una de las manifestaciones del cambio climático que más preocupan a los expertos, por las graves consecuencias que puede tener para algunos países e islas.
"Por un lado, supondrá la entrada de agua salada en los acuíferos que se emplean para el consumo y el regadío, y fenómenos como los tsunamis tendrán efectos más devastadores", señaló el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Michel Jarraud.
Durante las investigaciones también se confirmó que "la extensión del hielo marino perenne en el Ártico en verano se redujo en aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados, hasta alcanzar su dimensión más reducida desde que comenzaran los registros por satélite".
"En el Ártico, en el mes de septiembre, hay un 40% menos de superficie de mar helado que hace 30 años, desde que existen imágenes de satélite fiables", señaló López Martínez.
Aunque el impacto del calentamiento en los polos es planetario, hay regiones más sensibles que otras a este fenómeno.
Península Ibérica
Así, "la Península Ibérica se ha visto afectada por el calentamiento casi tres veces más que el conjunto del planeta en los últimos 50 años", dijo López.
Y zonas del sur de Argentina y Chile también se están calentando muy rápidamente, señalaron otros expertos.
Con los proyectos realizados se obtuvieron pruebas concluyentes de que "se están produciendo cambios en el sistema hielo-océano-atmósfera del Ártico".
Ese es un círculo vicioso que supone "la mayor fusión del hielo, que lleva a un mayor calentamiento del agua, esto a una mayor fusión del permafrost, y de ahí a la liberación de metano, un gas que propicia el efecto invernadero", explicó el experto español.
Varios proyectos constataron que el océano Austral se ha calentado más rápidamente que el océano mundial, y que las densas aguas profundas que se han formado cerca de la Antártida han perdido salinidad en algunos lugares y se han calentado en otros.
Durante las travesías internacionales de la Antártida, los científicos realizaron estudios en regiones donde ningún hombre había puesto el pie desde hacía 50 años.
La campaña estuvo patrocinada por el Consejo Internacional para la Ciencia (CIUC) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Según el científico español, el API "ha supuesto un impulso sin precedentes en la cooperación internacional en el estudio de los Polos, pues son lugares remotos, fríos, donde es muy costoso llegar y ningún país por sí solo podría hacer frente a este desafío".
El lince de Sierra Morena
'Caribú', al ser liberado en Doñana. | Efe
"Caribú", el lince de Sierra Morena liberado en Doñana el 25 de noviembre de 2008 para aumentar la variabilidad genética de la escasa población de este felino en este espacio protegido, ha recorrido en estos tres meses casi 200 kilómetros por la provincia de Huelva.
"Caribú", macho de tres años, fue liberado en un cercado de ocho hectáreas en pleno corazón de Doñana para que se aparease, pero no hay constancia de que lo haya logrado y sí de su amplia dispersión "porque aún era un macho subadulto, a pesar de sus tres años", afirma el director del programa LIFE para el lince ibérico, Miguel Ángel Simón.
Simón cree que "Caribú" no se ha comportado como "Baya" -el macho de Sierra Morena liberado en Doñana en 2007 que se apareó con tres hembras- porque no ha entrado en celo y se ha comportado como un subadulto, con tendencia a dispersarse y a regresar a su lugar de nacimiento.
Este comportamiento, frecuente en los felinos, ya lo protagonizó hace años "Domingo", un lince trasladado de Doñana a Sierra Morena que fue capturado en Cádiz tras recorrer centenares de kilómetros. Estas dispersiones también se han comprobado en traslados de linces boreales para reforzar poblaciones en Suiza y de linces canadienses en Estados Unidos.
"Caribú" fue liberado en un cercado dotado con cámaras que le siguieron las 24 horas, construido cerca de la laguna de Santa Olalla, zona con la máxima protección del parque nacional de Doñana y alejada de carreteras y de la presencia humana. El 29 de diciembre, técnicos del programa LIFE abrieron el cercado al comprobar que se relacionaba con "Bonares", una hembra de la zona.
Pasados unos días, "Bonares" se dirigió hacia el interior de Doñana, mientras que "Caribú" lo hizo en dirección opuesta, cruzó la carretera de Almonte a Matalascañas por el paso para fauna de La Soriana y se estableció junto al centro de cría en cautividad de El Acebuche. Técnicos del programa LIFE tuvieron que capturarlo el 10 de enero después de que saltase el vallado y se colara en el centro de cría, perturbando el celo de los felinos allí recluidos. "Caribú" fue devuelto al cercado de Santa Olalla, donde volvió a relacionarse con "Bonares", a la que dejó entrar en el recinto con uno de sus cachorros.
El proceso se complicó el 17 de enero cuando apareció en la zona "Boliche", un macho instalado más al norte de Santa Olalla que saltó la valla del cercado, momento en el que Simón decidió abrir las puertas para evitar la pelea entre ambos machos, muy peligrosa en época de celo.
Viviendo junto al Rocío
Superado el incidente, "Boliche" regresó a su zona habitual de campeo, mientras que "Caribú" cruzó por segunda vez la carretera de Almonte a Matalascañas y se instaló, ya a principios de febrero, en una finca cercana al Rocío, con abundante población de conejo, en la que campea una hembra con la que interactuó.
El seguimiento permanente permitió comprobar que "Caribú" tampoco se estabilizó en este lugar y se dispersó hacia el norte de Huelva, cruzando la autopista entre Sevilla y Huelva por el río Tinto, entre las localidades de Niebla y Villarrasa, y viajando hacia el norte y a mayor velocidad. Tras rebasar Valverde del Camino, se adentró hasta Jabugo desde donde, a comienzos de esta semana, ha iniciado el regreso al sur.
Simón confía en que este lince se asiente definitivamente en Doñana, aunque será capturado si se adentra en una zona peligrosa. Ha añadido que "Caribú" ha recorrido en estos tres meses casi 200 kilómetros llegando a estar a unos 100 en línea recta de Santa Olalla.
Su seguimiento ha proporcionado una valiosa información para las reintroducciones de linces que se pretenden realizar este otoño en el Guadalmellato (Córdoba). "Sabemos que estos comportamientos se han producido en numerosos traslados de linces y el seguimiento de "Caribú" ha proporcionado información sobre en qué momento se produce y por qué razones, y además ha comprobado que los pasos de fauna en las carreteras son efectivos", ha añadido.
El 'Ojo de Dios', la nebulosa que nos observa
Efe
El Observatorio Europeo Austral (ESO, en sus siglas en inglés) ha publicado una sobrecogedora imagen de la nebulosa planetaria Helix, conocida por los astrónomos como el "Ojo de Dios", captada desde el observatorio chileno de La Silla.
De todos es sabido que en el Universo se repiten formas y estructuras, pero para la vista humana el poder contemplar un "ojo" espacial que mide dos años luz, poco menos de 20 billones de kilómetros, es una experiencia única.
En 1824, el astrónomo alemán la descubrió y desde entonces ha suscitado mucho interés. El telescopio espacial Hubble y el Very Large Telescope del ESO ya captaron imágenes de ella en el pasado.
Pero la última y detallada imagen de Helix, que se encuentra en la constelación de Acuario a 700 años luz de la Tierra, la ha captado el Wide Field Imager del Observatorio La Silla (Chile).
En una nota de prensa, el ESO explica que Helix, o NGC 7293, como la conocen los científicos, constituye uno de los "ejemplos más espectaculares" de nebulosa planetaria.
A pesar de su nombre, las nebulosas planetarias poco tienen que ver con los planetas, ya que son un objeto gaseoso constituido por el resplandor final de las estrellas de masa baja o intermedia antes de convertirse en enanas blancas (que es el estado final de la evolución de una estrella).
En el futuro, el Sol también pasará por el estado de nebulosa planetaria y terminará siendo una enana blanca. En las nebulosas planetarias, las ráfagas de gas se desprenden de la superficie de la estrella, "a menudo describiendo intrincadas y bellas formas", y brillan por la intensa radiación ultravioleta de la estrella, pálida pero muy caliente.
La composición de la nebulosa
Los científicos explican que, probablemente, Helix está compuesta por al menos dos discos separados y tiene anillos externos y filamentos.
El disco interno más brillante de la nebulosa planetaria se expande a una velocidad de 100.000 kilómetros por hora y ha tardado unos 12.000 años en formarse.
A pesar de que se estudia desde hace años, su estructura es "compleja e inesperada": alrededor del interior del anillo se observan pequeñas manchas, conocidas como nudos de cometa.
Esas manchas tienen unas colas de débil luminosidad que se extienden desde la estrella central y que parecen "gotitas de líquido que resbalan por un vidrio".
Aunque parecen minúsculos, cada nudo es casi tan grande como el Sistema Solar. La última imagen de Helix ha permitido a los astrónomos contemplar no sólo esos nudos, sino también remotas galaxias agrupadas que se vislumbran a través del gas incandescente de la nebulosa planetaria.
A pesar de la espectacularidad de la imagen telescópica, de su gran tamaño (cubre un área del cielo igual al ocupado por un cuarto de la Luna llena) y de su forma de ojo, el órgano visual humano no pueda verla fácilmente.
Juegos gravitatorios: la ingravidez consiste en la gravitación sin límites
Todo el mundo ha visto a la tripulación de la Estación Espacial Internacional, de los trasbordadores espaciales o de las naves Soyuz flotando en el espacio en estado de ingravidez, evolucionando dentro o fuera de los vehículos sin estar sometidos, en apariencia al menos, a la tiranía de la fuerza gravitatoria que en la Tierra nos aplasta contra el suelo y los asientos. ¿Por qué allí arriba vuelan con libertad absoluta mientras que aquí tenemos que arrastrarnos y esforzarnos para lograr cualquier movimiento? ¿Es que en aquellas alturas están libres de la atracción gravitatoria? ¿Es verdad eso que se suele decir a veces de que ”en el espacio no hay gravedad”?
Las naves espaciales tripuladas están mucho más cerca de lo que se cree, raras veces se aventuran a distancias superiores a los 400 kilómetros sobre el nivel del mar. Increíble pero cierto: hay más distancia de Madrid a Barcelona que de Madrid al cielo, si por cielo se entiende ese lugar en el que se mueve la Estación Espacial Internacional...
Entonces, ¿tan débil es la fuerza gravitatoria que basta con alejarse 400 km de nuestro planeta para quedar libres de su influjo y flotar a nuestro antojo como hacen los astronautas? Pues claro que no, nada de esto. Veamos: ahí arriba está también la Luna que, como todo el mundo sabe, gira alrededor de la Tierra porque la Tierra la atrae, la atracción gravitatoria terrestre mantiene la Luna vinculada a nuestro planeta y la obliga a trazar órbitas cerradas a nuestro alrededor. Por lo tanto, parece claro que el influjo gravitatorio de la Tierra, sea débil o intenso, tiene que alcanzar al menos aquellas alturas por donde transita nuestro satélite natural. ¡Y está cien veces más lejos que las naves espaciales tripuladas! No cabe duda de que los astronautas evolucionan en regiones donde sí que impera, y mucho, la gravitación terrestre. Pero entonces, ¿cómo es posible que la tripulación de las naves no la note, que vayan flotando dentro y fuera de sus vehículos como si tal cosa, que se desplacen en ese vuelo gozoso que solemos denominar, justamente, estado de ingravidez?
Para resolver bien esta paradoja hay que aprender un poquitín de física. Pero por suerte es física de la fácil: nada de cuántica, relatividad o agujeros negros. Sólo hacen falta algunos rudimentos de la física más clásica de todas. El concepto que vamos a manejar lleva un nombre intimidatorio, la segunda ley de Newton, pero no hay que asustarse porque pronto se verá que consiste en una idea curiosa pero bastante simple.
Lo que dice en esencia la segunda ley de Newton es lo siguiente: siempre que sobre un cuerpo actúe una fuerza neta, ese cuerpo está obligado a cambiar de velocidad. También se cumple la relación en el sentido contrario, o sea, siempre que se aprecie que un objeto cambia de velocidad se puede tener la certeza de que hay una fuerza neta actuando sobre él. Por cambio de velocidad se hace referencia a cualquier alteración en la rapidez del movimiento (acelerar o frenar) o en su dirección (girar, desviarse a un lado u otro). Y por fuerza neta se entiende que si sobre un objeto actúan varias fuerzas a la vez, lo que cuenta en definitiva es la suma de todas ellas, y si esta suma resulta nula, pues la fuerza global, la fuerza neta, es cero.
Este principio es de validez universal, se puede aplicar en cualquier contexto, bajo cualquier circunstancia. Si se ve que un objeto se mueve sin cambiar ni de rapidez ni de dirección... ¡entonces se puede afirmar sin ningún temor a equivocarse que no hay fuerzas netas actuando sobre él! La segunda ley de Newton significa, entre otras cosas, que el movimiento sale gratis, que la velocidad no cuesta nada, no hacen falta fuerzas para que las cosas se sigan moviendo: lo que cuesta, lo que sí requiere fuerzas en acción es cambiar el movimiento, alterar la rapidez o la dirección de un desplazamiento.
Deje de leer por un momento y obsérvese. Probablemente esté leyendo este artículo reposando en una silla y frente a una mesa. Tomemos el suelo como referencia. ¿Cuál es su estado de movimiento, cuál es su velocidad, respecto del planeta? Efectivamente: usted no se mueve en relación a la Tierra, o sea, su velocidad referida al suelo es cero. Pero no solo eso, sino que además sucede que ese estado de velocidad nula no está cambiando. Se puede aplicar sin miedo la segunda ley de Newton: si su estado de movimiento no varía, entonces es que sobre usted no está actuando ninguna fuerza neta. ”¿Cómo puede ser?” ?se preguntará?, ”¡si noto perfectamente cómo la fuerza de la gravedad me está apretujando contra el asiento!”.
Imagine un patinador sobre ruedas de pie en el centro de una pista. No se mueve. Ahora coloquemos a una persona a cada lado del patinador y hagamos que se pongan a empujarlo con fuerzas idénticas pero desde lados exactamente opuestos. Las dos fuerzas que ejercen las personas se cancelan mutuamente, dan como resultado una fuerza neta nula. En consecuencia (segunda ley de Newton), la velocidad del patinador no se altera: se queda quieto donde y como estaba. Sin embargo, el pobre patinador sí percibe que algo raro está pasando porque se sienteapretujado: hay una presión sobre él que viene a la vez desde la derecha y desde la izquierda. No se puede ignorar ese hecho, pero el propio patinador ve también que su estado de movimiento no cambia y, por lo tanto, puede concluir a partir de la observación que la fuerza neta que actúa sobre él es nula.
Lo mismo le pasa a usted en este momento. Claro que la gravedad terrestre tira de usted hacia abajo, pero hay otra fuerza que empuja hacia arriba con la misma intensidad y que cancela exactamente la atracción gravitatoria terrestre: se trata de la presión ejercida por el suelo, por el asiento, por las estructuras sólidas que, sean las que sean, actúan hacia arriba con la intensidad necesaria para contrarrestar la gravedad y hacer que la fuerza resultante sea cero. Por esto su estado de movimiento no está cambiando.
Como en el caso del patinador, nada más lejos de nuestra intención que hacerle creer que no está pasando nada. Usted nota que hay una fuerza actuando hacia abajo y otra hacia arriba y, aunque ambas se cancelan mutuamente, lo hacen sometiendo su organismo a unas tensiones considerables. Pues bien, esa sensación de opresión se llama gravidez. La «pesadez» no se debe a la acción de la gravedad terrestre, sino a la acción combinada de la gravedad terrestre y de la fuerza vertical hacia arriba ejercida por el suelo.
Para comprobar qué pasaría si se suprimiera la fuerza ejercida por el suelo habría que quitarlo y el experimento seguramente acabaría mal. Pero cabe la posibilidad de efectuar la misma experiencia no con su propio cuerpo sino con un objeto inanimado, quizá una moneda o una piedra. Tome una piedrecita y libérela de cualquier apoyo que pudiera ejercer sobre ella una fuerza vertical que compensara la gravedad. ¿Cómo? Muy fácil: deje caer la piedra por una ventana, desde lo alto de un puente o desde una torre. Verá que la segunda ley de Newton es inexorable: en cuanto se libera a la piedra de su sostén, la fuerza de la gravedad no queda contrarrestada por nada, actúa libre hacia abajo y en el acto el estado de movimiento del objeto empieza a alterarse. La piedra se pone a caer con una velocidad que no deja de cambiar en ningún momento, siempre acelerando: este cambio de la velocidad, en este caso un incremento de la rapidez de la caída, delata que hay una fuerza neta no nula actuando sobre el objeto, la gravedad.
¿Qué siente la piedra mientras cae? No cuesta mucho imaginarlo porque hay atracciones de feria que consisten en dejar que el público se precipite en caída libre, es decir, sin que haya ninguna fuerza o sostén que compense la gravedad. Lo que pasa es que se aloja al personal en plataformas que frenan la caída antes de llegar al suelo. Cualquiera que haya probado alguna de estas atracciones sabe que cuando el cuerpo se precipita en caída libre, o sea, sometido única y exclusivamente a la fuerza de la gravedad, lo que se experimenta es... la ingravidez.
Esta atracción de feria se lleva al extremo de la sofisticación en los aviones de entrenamiento para astronautas en los que se efectúan los llamados vuelos parabólicos. La aventura consiste en subir muy alto con el avión y luego... quitar el soporte que proporciona la sustentación aerodinámica y dejar descender la nave en una caída libre perfecta, de modo que tanto el aeroplano como todo lo que contiene descienden con aceleraciones idénticas. Las paredes del avión ya no ejercen sobre los cuerpos de la tripulación la fuerza de sostén que se opone a la gravedad en condiciones normales. Todo en el avión pasa a comportarse bajo el influjo exclusivo de la fuerza de la gravedad. Y, como resultado, en el interior de la nave aérea se experimenta la ingravidez durante el lapso de tiempo que dura la caída.
Aunque estos vuelos se denominen parabólicos, en realidad el avión no describe una trayectoria de forma parabólica, sino un arco de elipse. De hecho lo que se hace es gobernar la nave de manera que siga la trayectoria que recorrería en caso de estar sometida tan solo a la fuerza de atracción gravitatoria de la Tierra, es decir, el avión se coloca en órbita alrededor del planeta por unos segundos o minutos. La segunda ley de Newton indica que hay alguna fuerza neta actuando sobre el avión porque éste cambia constantemente tanto de rapidez como de dirección en el curso de la caída. Pero la velocidad de un avión es tan escasa que la órbita que sigue acabaría tocando el suelo, y más vale rectificar el rumbo y aterrizar antes de que ocurra una catástrofe.
Pero cuando se lanza un objeto con la rapidez suficiente y en la dirección adecuada, entonces se coloca en una trayectoria de caída libre (sometida exclusivamente a la gravedad terrestre como única fuerza neta) que ya no corta la superficie terrestre. Esto es lo que se hace con las naves espaciales.
La Estación Espacial Internacional, el resto de satélites artificiales e incluso la propia Luna están en caída libre sobre la Tierra, abandonados al influjo de la gravitación terrestre como única fuerza neta. Por esto sus estados de velocidad se hallan en alteración permanente: como mínimo cambia de un modo contínuo la dirección del movimiento, que no sigue una trayectoria rectilínea sino curvada, indicio seguro (segunda ley de Newton) de que hay alguna fuerza neta actuando sobre estos objetos.
La nave se encuentra en caída libre hacia la Tierra, lo mismo que ocurre en la atracción ferial durante unos segundos o en el avión en vuelo parabólico durante unos minutos. Y todo lo que hay dentro de la nave comparte con ella la acción de la misma fuerza, porque la Tierra atrae no solo la nave, sino también y del mismo modo los equipos y personas que hay dentro. Por lo tanto, todo lo que hay en el vehículo sigue la misma trayectoria. Las paredes no presionan a los tripulantes y por eso no perciben esa opresión o compresión que llamamos gravidez en la Tierra; ahora no hay dos fuerzas opuestas actuando sobre el cuerpo. El astronauta se siente libre y flota dentro de la nave, experimenta la ingravidez. Pero hete aquí que hemos descubierto que la ingravidez consiste, justamente, en someterse por completo a la fuerza de la gravedad sin oponerle ningún tipo de resistencia o fuerza compensatoria. La ingravidez significa dejar que la gravedad actúe sin limitaciones.
Usted, que reposa con tanta calma en ese asiento, percibe esa sensación de gravidez o pesadez porque la gravedad que actúa sobre usted está contrarrestada por otra fuerza. Para experimentar la gravedad en estado puro habría que saltar por la ventana, lo que no es nada recomendable, u optar por las alternativas, mucho más seguras, que ofrecen los parques de atracciones, los vuelos parabólicos o los billetes de turismo espacial.
Venus exhibe una insólita luz infrarroja en su atmósfera nocturna
La sonda de la Agencia Espacial Europea (ESA) Venus Express ha observado un enigmático brillo en la atmósfera nocturna de Venus. Esta luz infrarroja procede del óxido nítrico y muestra a los científicos que la atmósfera de nuestro plantea más cercano es un agitado lugar de grandes tempestades y turbulencias.
EUROPA PRESS
Desafortunadamente, este brillo sobre Venus no puede ser contemplado a smple vista, porque se produce en la banda infarroja. Sin embargo, la Venus Express, está equipada con un sofisticado Espectrómetro que puede registrar esas longitudes de onda.
Este instrumento, denominado VIRTIS (Visible and Infrarred Thermal Imaging Spectrometer), ha realizado dos detecciones de estas emanaciones nocturnas de óxido nítrico en Venus. Se trata de la primera vez que se registran este tipo de detecciones en un planeta, y proporcionan una nueva visión sobre la atmósfera de Venus, informó la ESA.
"Estas emanaciones pueden darnos un montón de información", declaró Antonio García Muñoz, que estuvo en la Universidad Nacional de Australia cuando se desarrolló el estudio, y que ahora trabaja en el Instituto de Astrofísica de Canarias. "Puede proporcionar detalles sobre la temperatura, dirección del viento, composición y química de la atmósfera".
En última instancia, este brillo está provocado por la luz ultravioleta procedente del Sol, que fluye a través de la atmósfera del planeta y que provoca la destrucción de moléculas en átomos y otras moléculas más simples. Estos átomos libres pueden recombinarse de nuevo y, en casos específicos, la molécula resultante, recibe energía extra que se manifiesta en forma de luz. En el lado del planeta donde da el sol, los átomos no encuentran el camino para reintegrarse debido al brillo de nuestra estrella, pero por la noche, sí se produce la reagrupación y puede ser vista con un instrumento adecuado.
Wednesday, February 25, 2009
En el altar de Zeus
En la mitología griega Zeus era el rey de los dioses del Olimpo. Por eso el pueblo griego le ofrecía todo tipo de ofrendas en la cumbre del monte Lykaion, donde según algunos textos tuvo lugar su nacimiento.
Analizando los restos que aún se conservan en la zona, un equipo de arqueólogos asegura haber encontrado cenizas, huesos, fragmentos de cerámica y otras evidencias de sacrificios de animales a dioses y diosas anteriores a Zeus.
David Gilman Romano, de la Universidad de Pensilvania, concluye que el material hallado en el altar Lykaion "sugiere que la tradición de la devoción a alguna divinidad en ese lugar es muy antigua" y "muy probablemente anterior a la introducción de Zeus en el mundo griego". Como el doctor Romano señala, "pasamos de usar el Antes de Cristo y Después de Cristo, al Antes de Zeus y Después de Zeus".
La continuación de las excavaciones durante este verano y el próximo darán lugar a un entendimiento más profundo del altar de la posible religión pre-griega. "No sabemos todavía exactamente de qué manera fue utilizado el altar por primera vez en el período de 3000-2000 a.C.; si fue utilizado en relación con los fenómenos naturales como el viento, la lluvia, los relámpagos o los terremotos, dedicado a algún tipo de culto a la divinidad femenina o masculina, o una representación de la personificación de las fuerzas de la naturaleza", ha explicado el Dr. Romano, que intenta encontrar la respuesta.
El viajero griego Pausanias, escribió en el siglo II d.C, describiendo el santuario de Zeus en el monte, que “en el punto más alto de la montaña hay un montículo de tierra, que forma un altar de Zeus, y desde allí se puede ver la mayor parte del Peloponeso”. “En este altar se sacrifica en secreto, en honor a Zeus”.
Según Ken Dowden, director del Instituto de Arqueología y de la Antigüedad de la Universidad de Birmingham, en Inglaterra, no es sorprendente encontrar la adaptación de un santuario dedicado a los dioses de una religión anterior al culto de sus propios dioses. "Probablemente tuvieron un dios que fue adorado en la cima de una montaña, y los griegos moldearon eso hasta llegar a Zeus, su dios del cielo y los relámpagos", sugiere el Dr Dowden. "Teniendo en cuenta el sitio, tiene mucho sentido".
La momia más bella de Egipto
Arqueólogos egipcios han descubierto la "momia más hermosa" de las halladas hasta ahora en Egipto en un sarcófago de piedra caliza en la necrópolis de Saqara, al sur de El Cairo. Según los expertos, el nuevo cadáver de la "cámara de las momias" data de la dinastía 26 (2.600 años atrás), que fue el último reino egipcio independiente antes de las sucesivas invasiones del país por los persas y otros pueblos, explicó el secretario general del Consejo Superior de las Antiguedades Zahi Hawass. Sin embargo la tumba en la que se sepultó el cuerpo podría tener hasta 4.300 años de antigüedad.
Entre las vendas que cubren a la momia, Hawass anuncia que podrían encontrar figuras y amuletos de oro colocados junto al cuerpo del difunto para proteger su recorrido en "la vida después de la muerte".
Saqara es una amplia necrópolis de la antigua región de Menfis, donde se hallan innumerables tumbas y las primeras pirámides faraónicas.
Hallan en México fosa novohispana de indígenas enterrados al modo cristiano
Fotografía distribuida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tras anunciarse un hallazgo en una fosa novohispana en Tlatelolco.
EFE
México.- Especialistas mexicanos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunciaron hoy el descubrimiento de un complejo funerario novohispano único por sus dimensiones y por la posición que ocupan los 50 esqueletos hallados, a la usanza cristiana, a pesar de que se presume que son indígenas.
El hallazgo tuvo lugar a finales de 2008 en la zona arqueológica de Tlatelolco, la más grande del área metropolitana de la ciudad de México, durante las exploraciones que expertos del INAH realizaban para buscar supuestas casas que los tlatelolcos tendrían para sus elites militares.
Según indicó el arqueólogo encargado de la investigación, Salvador Guilliem, las primeras investigaciones apuntan a que las personas que están enterradas son indígenas, debido a su tipo de dentición y al gran tamaño de los cuerpos.
Hasta el momento, se han encontrado cincuenta esqueletos, un niño, un anciano, dos adolescentes y el resto adultos jóvenes, y cinco cráneos aunque, en opinión del arqueólogo, "es muy probable que sea un complejo de cien entierros".
Se cree que los cuerpos fueron sepultados con ropajes, puesto que se han encontrado diversos objetos como botones, clavos de metal, un anillo o restos de un collar de cobre.
Lo más llamativo del descubrimiento, apuntó, es que, a pesar de ser una fosa común, los cuerpos están "cuidadosamente depositados" y colocados a la usanza cristiana, es decir, boca arriba con los brazos cruzados sobre el pecho, lo que "parece indicar que fueron enterrados bajo la dirección de los españoles".
Aunque todavía no tienen una tesis firme, los arqueólogos están barajando varias hipótesis acerca del origen de la fosa. Creen que pudiera ser de la toma de Tlatelolco por Hernán Cortés en 1521, de las sublevaciones posteriores de indígenas o también de la gran peste que sufrió la ciudad en 1545.
Durante los próximos meses, apuntó Guilliem, continuarán los trabajos en la fosa y se espera que puedan terminar antes de julio para presentar antes de fin de año los resultados.
Una vez que acaben de agotar el complejo funerario seguirán excavando para ver si encuentran las estructuras del complejo militar que inicialmente buscaban.
Los trabajos de investigación en la zona prehispánica de Tlatelolco, cuya extensión es de más de una hectárea, llevan más de veinte años, pero en 1993 fueron suspendidos debido a un terremoto, y fue en junio de 2007 cuando se reanudaron.
Tlatelolco fue uno de los principales centros ceremoniales y comerciales en la época de los aztecas. Sus vestigios pueden apreciarse a simple vista en la llamada Plaza de las Tres Culturas, donde convergen edificios prehispánicos, coloniales y modernos.
La Gran Tenochtitlán fue fundada en 1325 por los aztecas, los cuales, dos siglos después, fueron vencidos por los conquistadores españoles encabezados por Hernán Cortés.
En 1968 la Plaza de las tres Culturas fue escenario de una sangrienta represión de fuerzas del Estado contra miles de estudiantes universitarios que se saldó con unos 40 muertos, según fuentes oficiales, entre 200 y 300 de acuerdo a organismos civiles.
También Tlatelolco fue uno de los barrios capitalinos más castigados el 19 de septiembre de 1985, cuando la Ciudad de México fue sacudida por un terremoto de 8,1 grados en la escala de Richter.
La Antártida esconde unos Alpes bajo el hielo
Un investigador extrae hielo en la base científica de Noruega en la Antártida. | Efe
Alister Doyle/Reuters | Oslo
Una cordillera de montañas escarpadas al estilo de los Alpes ha sido cartografiada bajo el casquete helado de la Antártida, dando pistas acerca de del continente y de cómo podría afectar a la subida del nivel del mar la fusión de una parte del hielo que guarda.
Usando sensores de radar y gravedad, un equipo internacional de investigadores ha realizado el primer mapa detallado de las montañas subglaciares de Gamburtsev, originalmente detectadas por científicos rusos hace 50 años en el corazón de la parte oriental del casquete polar.
"Lo más sorprendente no es sólo que la cordillera tenga una extensión del tamaño de loa Alpes, sino sobre todo que tenga un aspecto muy similar al de las altas montañas del corazón de Europa, con picos elevados y valles profundos", dice Fausto Ferraccioli, un geofísico del British Antarctic Survey que participa en la investigación.
El experto cree que las montañas habrían sido erosionadas y prácticamente reducidas a una zona plana si el hielo antártico se hubiera formado de una forma lenta, pues éste habría tenido tiempo de morder la roca. Sin embargo, la presencia de picos afilados indica que el hielo se formó rápidamente, sumergiendo el paisaje bajo un manto de cuatro kilómetros de espesor de agua helada.
Ferraccioli cre que los mapas que su equipo acaba de finalizar son "la primera página de un nuevo libro", que en último término puede ayudar a predecir cómo van a reaccionar los glaciares del Polo Sur ante el cambio climático.
El continente antártico, que tiene una superficie terrestre mayor que Estados Unidos, ha estado cubierto por hielo durante al menos 35 millones de años y contiene suficiente agua en forma de hielo como para elevar el nivel de todos los mares de la Tierra 57 metros si alguna vez llegara todo a derretirse. Tal cantidad de hielo supone que incluso el derretimiento de una pequeña fracción implicaría graves afecciones a las costas de todo el planeta.
Lagos bajo el hielo
"Aunque tenemos un conocimiento básico de cómo funcionan los casquetes helados, es difícil diseñar cualquier tipo de modelo predictivo que calque plenamente la realidad", añade Ferraccioli. El IPCC (Panel Intergubernamental de la ONU para el Cambio Climático) considera que la emisión de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles, traerá más olas de calor, inundaciones y sequías y provocará una subida del nivel del mar.
El equipo de expertos de Australia, Gran Bretaña, Canadá, China, Alemania, Japón y Estados Unidos que ha realizado el mapa detallado de las montañas que yacen bajo el hielo antártico también han hallado agua líquida bajo el hielo. La investigación ha supuesto más de 120.000 kilómetros de vuelo a bordo de un avión equipado con aparatos de medición.
"Las temperaturas de nuestro campamento llegaba a 30 grados bajo cero, pero a tres kilómetros de profundidad bajo nosotros, justo en el fondo del grueso manto de hielo que cubre el continente, nuestros aparatos captaron la presencia de agua líquida en los valles", afirma Robin Bell, del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty Earth Observatory de la Universidad de Columbia. De hecho, muchos lagos de este tipo, llamados 'subglaciales" han sido descubiertos en la Antártida en los últimos año.
Los geólogos saben que las montañas del tipo de los Alpel o el Himalaya se forman por las colisiones entre las placas tectónicas de los continentes. La última vez que la Antártida estuvo expuesta a presiones de este tipo fue hace 500 millones de años. El misterio aquí es que los Alpes sólo tienen 50 o 60 millones de años de antigüedad, mientras que en la Antártida tenemos una cordillera que quizá tenga hasta unos 500 millones de años de antigüedad" pese a lo cual muestra un perfil poco erosianado... bajo el hielo.
Los peces primitivos ya inseminaban directamente a sus hembras
Hay una vieja broma que circula entre los paleontólogos, y es que la mayoría de los descubrimientos tienen lugar en los cajones de los museos y no en los propios yacimientos, pues a menudo son personas distintas quienes los descubren y quienes, más tarde, los desempolvan y los estudian.
Un fósil que preserve las partes blandas de un organismo es un verdadero regalo de la naturaleza. Es extraordinariamente raro que ocurra, y lo normal es que el tiempo borre toda huella de vida menos las partes mineralizadas: conchas, huesos o dientes de animales. Pero demos a la vida 3.000 millones de años -600 millones de años, en el caso de la vida animal- y es probable que alguna que otra vez determinados organismos se vean, por ejemplo, abruptamente sepultados por barro o lava, queden por lo tanto atrapados en entornos sin oxígeno y permanezcan allí "momificados", a la espera de ser descubiertos por una especie que llegará cientos de millones de años después, el Homo sapiens, ansiosa por escuchar su historia.
Ha habido escasos pero valiosos ejemplos de estos afortunados encuentros -el más famoso, el de Burgess Shale, conserva fósiles de cuerpo blando en el que se aprecian hasta los vasos sanguíneos, con una calidad y una diversidad genética sin precedentes-. Uno de ellos lo protagonizó hace unos meses John A. Long, del Museo Victoria de Melbourne (Australia), al descubrir un embrión con cordón umbilical en el interior de un placodermo ptictodóntido (un pez primitivo de hace unos 380 millones de años) y adelantar así en el tiempo los orígenes del viviparismo. Los animales vivíparos son aquellos cuyas hembras paren crías completamente formadas que se han gestado y alimentado en el interior de la madre.
Esta vez, un nuevo descubrimiento publicado en Nature ha profundizado aún más en los primeros vivíparos. El mismo paleontólogo, John A. Long, y otros dos colegas australianos decidieron reexaminar a dos ejemplares adultos de Incisoscutum ritchiei, del orden de los artrodiros (placodermos) que habían sido previamente estudiados y que habían destacado por una peculiaridad: cada uno de ellos contenía en su interior a otro animal de menor tamaño, aparentemente también placodermo, que supuestamente acababa de ser ingerido en el momento de la catástrofe que inmortalizó sus restos.
Pero un estudio minucioso de aquellos dos peces acorazados y mandibulados, del Devónico superior (hace 380 millones de años), reveló que los pequeños artrodiros en el interior de sus cuerpos no representaban un copioso festín, sino embriones gestándose en el cuerpo de su madre, como había ocurrido con los ptictodóntidos. ¡Los artrodiros también eran vivíparos!
En efecto, el hallazgo de los dos embriones y la excelente preservación de los fósiles han permitido obtener, por primera vez según los autores del estudio, las primeras evidencias de que aquellos animales estaban anatómicamente preparados para la fertilización interna y la gestación de crías.
John A. Long y colegas se fijaron en los rasgos de la pelvis y la apertura de la cavidad abdominal, así como en la posición del embrión, cabeza abajo, para llegar a sus conclusiones. De hecho, el grado de detalle que muestran los fósiles es tal que revela que los embriones estaban iniciando sus primeras fases de osificación. Las características anatómicas de la cintura pélvica eran similares a las de los condrictios (peces cartilaginosos, como tiburones, rayas y quimeras), con un basipterigio largo (hueso o cartílago de la aleta pélvica) que posiblemente tuvo una función en la cópula.
Estructuras para anclarse a la hembra
"El viviparismo se creía casi exclusivo de los mamíferos, pero recientemente se ha visto que también está presente en algunos tiburones", explica a elmundo.es Héctor Botella, del departemento de Geología de la Universidad de Valencia. "Algunos placodermos tenían 'claspers' (pterigopodios), como los tiburones actuales, que son unos falsos penes junto a las aletas pélvicas que les sirven para anclarse a la vagina de la hembra y liberar el esperma", añade.
El análisis de las estructuras pélvicas de los artrodiros sugieren que también éstos estaban ya adaptados para sostener apéndices similares a los 'claspers'. Probablemente, el largo basipterigio estaba articulado con "otros elementos cartilaginosos".
En estos rasgos anatómicos se basan los autores para concluir que ya en el Devónico los machos artrodiros fertilizaban a las hembras manipulando su aleta pélvica para hacer llegar su esperma. Un hallazgo que tienta a los paleontólogos a generalizar la inseminación interna entre todos los placodermos, situando así el origen -conocido- de la cópula eréctil en hace casi 400 millones de años.
Reescribiendo la Historia de las Algas Diatomeas
Al parecer, ahora habrá que reescribir la historia evolutiva de las algas diatomeas, un abundante componente del fitoplancton marino, que retira miles de millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera cada año. El motivo para replantearse dicha historia evolutiva es el resultado de un estudio reciente. Los hallazgos de tal estudio sugieren que después de una repentina explosión en el número de especies, las diatomeas menguaron abruptamente hace unos 33 millones de años, una tendencia que coincide con un enfriamiento global severo.La investigación proyecta dudas sobre la teoría, durante largo tiempo sostenida, de que el éxito de las diatomeas estaba vinculado a la entrada de nutrientes en los océanos producida por la proliferación de praderas hace unos 18 millones de años. Las nuevas evidencias aportadas por un estudio dirigido por Dan Rabosky, de la Universidad Cornell, ponen de manifiesto un problema muy extendido en la paleontología: que los fósiles recientes son más fáciles de encontrar que los arcaicos.
Se hace una corrección estándar en algunos campos de la paleontología, pero ésta no se había aplicado hasta ahora a la paleontología del plancton.
Más del 90 por ciento de los fósiles conocidos de diatomeas tienen una antigüedad menor de 18 millones de años. Así que una búsqueda, no ajustada mediante una corrección del tipo señalado, de fósiles de diatomeas, da como resultado que han vivido más especies de estos organismos en el pasado reciente que hace 18 millones de años.
La escasez de fósiles anteriores es comprensible. Obtener muestras de fósiles de diatomeas requiere de barcos con enormes taladros para barrenar y extraer las muestras del fondo marino. Para encontrar un fósil antiguo, los científicos primero tienen que encontrar un sedimento antiguo, algo nada sencillo ya que las placas tectónicas remueven y trastornan constantemente al fondo marino, a los fósiles y a todo lo que esté a su alcance. La mayor parte del fondo marino es demasiado joven para extraer muestras válidas de él.
Así que Rabosky y Ulf Sorhannus (de la Universidad de Edinboro, Pensilvania) revisaron mediante esta corrección cuantas muestras habían sido recogidas por cada período de un millón de años de historia de la Tierra, remontándose hasta hace 40 millones de años. Después de reanalizar la información, desapareció la supuesta explosión de especies de diatomeas de los últimos 18 millones de años. En su lugar, se observa un lento crecimiento reciente en el número de especies, con un incremento y un decrecimiento mucho más notables a fines del Eoceno, hace unos 33 millones de años.
Con esta nueva cronología, las diatomeas alcanzaron el pico de su diversidad al menos 10 millones de años antes de que se extendieran las grandes llanuras verdes.
El por qué la diversidad de las diatomeas aumentó hasta ese pico y luego decayó, en un período de 4 a 5 millones de años, es todavía un misterio. Pero este comportamiento se corresponde con un período en que el clima global cambió de cálido a frío. Es tentador aventurar la hipótesis de que estos pequeños componentes del fitoplancton, al absorber dióxido de carbono del aire, pudieron haber ayudado a provocar el enfriamiento climático global más severo en los últimos 100 millones de años.
Información adicional en: http://www.scitech-news.com/ssn/index.php?option=com_content&view=article&id=888:decline-of-carbon-dioxide-gobbling-plankton-coincided-with-ancient-global-cooling&catid=36:biology&Itemid=56
Mystery Space Machines
Pensamiento de hoy
Aprender sin pensar es tiempo perdido, pensar sin aprender es peligroso. Confucio, filósofo chino.
"No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va" (Séneca)
Camuflaje OVNI
En nuestro mundo, una de las facultades que más nos asombra del mundo animal es la llamada mimetismo. Esta es la capacidad de los organismos vivos para pasar inadvertidos para los depredadores. Las variantes son múltiples, desde cambiar el color del pelaje, confundiéndose con su medio, hasta el de adquirir las formas de su entorno, incluso cuando nosotros mismos observamos el comportamiento de animales de nuestro interés, utilizamos el recurso del camuflaje. En la guerra la invisibilidad es una premisa, es por eso que la nación que logre duplicar el camuflaje OVNI obtendrá todas las ventajas sobre su enemigo. Actualmente existen naves invisibles, por lo menos para el radar, como el llamado Stealth Fighter, que por su diseño y pintura especial pasa inadvertido para los radares.
Einstein, en una de sus teorías afirmaba que mediante procesos magnéticos haciendo vibrar un objeto, esté podría desplazar el espectro electromagnético visible que despiden los objetos haciéndolos completamente indistinguibles para el ojo humano. Teoría que se probaría en el tristemente célebre experimento Filadelfia en 1947, con repercusiones bastante lamentables.
Los rayos infrarrojos y ultravioleta están por encima y por debajo, respectivamente, del espectro visible para el ojo humano. Para que una frecuencia infrarroja pueda ser perceptible son necesarios elementos ópticos y tecnológicos de los que carece el ojo humano, sin embargo, un ejemplo claro para poder realizarlo en nuestro hogar, basta colocar un telemando frente a una cámara de video y observarlo en el monitor de televisión.
Esto explicaría cómo aparece y cómo queda registrado en un video un OVNI, cuando al realizar la grabación éste no se observa y ni siquiera es el centro de atención. No obstante, este fenómeno también se produce en negativos fotográficos aun cuando este proceso (óptico químico) es diferente al video. Dando una idea de que si nuestras percepciones físicas no pueden detectar estos avistamientos, sí se cuenta con elementos para poder observarlos.
Otro tipo de camuflaje OVNI (al menos físico y visible), sería el de adoptar las formas del entorno atmosférico, en este caso nubes. Se han registrado avistamientos donde los observadores de estos fenómenos, ven claramente cómo las nubes tienen movimientos caprichosos en el cielo. Estos movimientos por cierto muy semejantes a los observados a través de la historia, donde incluso algunos casos se observan bajar entidades de las mismas.
Por otra parte, la misma maniobrabilidad de algunos OVNI´s hacen que pasen desapercibidos para algunos instrumentos de detección, esto como es de suponerse, sólo es necesario hallarse fuera del campo que cubre un radar, colocándose por encima o por debajo para pasar inadvertido. En medio de estos parámetros explicativos queda otra interrogativa, ¿se pueden ver o fotografiar entidades que se desarrollan en un plano de tres dimensiones? No, no se puede, ya que no obedecen las leyes físicas y ópticas del mismo comportamiento que conocemos, haciendo imposible dejar constancia en una placa o en un video, al menos con la óptica terrestre tal y como la conocemos.
Como se podrá deducir entonces, el hecho de que observemos OVNI´s en el cielo, sólo puede tratarse de un acto consciente de ser observados y enterarnos que allá arriba está sucediendo algo.