NC&T-El equipo estudio a 15 estrellas jóvenes de la Vía Láctea con masas entre la mitad y diez veces la del Sol y utilizó el Interferómetro del Observatorio Keck para obtener datos de alta precisión que han permitido determinar en qué parte de la frontera entre las estrellas y los discos que las rodean tienen lugar los procesos de interés.
El Interferómetro del Observatorio Keck es el resultado de combinar ambos telescopios de 10 metros para que actúen como un único telescopio virtual de 85 metros.
La resolución alcanzada en este estudio permitió al equipo observar material del disco protoplanetario tan cercano a su estrella como quince millones de kilómetros, la décima parte de la distancia entre la Tierra y el Sol.
Los astrónomos saben que las estrellas adquieren masa mediante la incorporación de parte del hidrogeno del disco que las rodea, en un proceso denominado acreción. El equipo integrado por Joshua Eisner (Universidad de Arizona), Julien Woillez (Observatorio Keck) y otros, quiere conocer mejor cómo es el proceso de acreción del material hacia la estrella, un proceso que nunca se ha medido directamente.
Los discos protoplanetarios de las estrellas se forman en "criaderos" de estrellas cuando las nubes de moléculas de gas y partículas de polvo comienzan a encogerse y hacerse más densas bajo la influencia de la gravedad. Al principio rotan despacio, pero la creciente masa de la nube, y el consiguiente aumento de gravedad, promueven que siga haciéndose más compacta. La nube comienza a girar más rápido al encogerse, un fenómeno similar al que se da cuando una patinadora de patinaje artístico gira más rápido cuando acerca sus brazos a su cuerpo. La fuerza centrifuga de la nube la aplana, convirtiéndola en un disco giratorio de gas y polvo, del que se acaban formando planetas que, debido a la forma de disco de la nube, nacen con orbitas que están básicamente en el mismo plano.
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