No descarte lo que en apariencia no tiene explicacion...bienvenido a mi viaje y las experiencias que quiero compartir con ustedes. Como alguien una vez me dijo: SI NO SUBES LA MONTAÑA, NO DESCUBRIRAS LA LLANURA
House Music Ivan Robles
Monday, September 20, 2010
LA TIERRA HACE SU PROPIA MÚSICA
Nuestro planeta es una fuente natural de ondas de radio de frecuencias audibles. Un receptor en red del Centro Marshall de Vuelos Espaciales está transmitiendo estas canciones terrestres para que todos podamos oírlas.
Si los humanos tuviéramos antenas de radio en vez de oídos, escucharíamos una memorable sinfonía de extraños sonidos provenientes de nuestro propio planeta.
Los científicos llaman a estos sonidos "retorcimientos", "silbadores" y "esféricos" y suenan como la música de fondo de alguna película de ciencia ficción. Sin embargo, no se trata de ciencia ficción. Las radioemisiones naturales de la Tierra son reales y, aunque prácticamente no nos demos cuenta de su existencia, están a nuestro alrededor todo el tiempo.
"Cualquier ambiente terrestre, casi literalmente, canta con sus ondas de radio en frecuencias audibles," dice Dennis Gallagher, físico espacial del Centro Marshall para Vuelos Espaciales de la NASA (MSFC en inglés). "Nuestros oídos no pueden detectar las ondas de radio directamente, pero las podemos convertir en ondas de sonido con la ayuda de un receptor de radio de muy baja frecuencia (VLF en inglés)"
Relámpagos como éste son la fuente de las radioemisiones de los misteriosos sonidos que nos rodean.
Los receptores VLF son simples, aunque poco comunes. Consisten únicamente en una antena y un amplificador de sonido y son sensibles a ondas de radio con frecuencias que van desde unos cuantos cientos de Hertz hasta los 10 kHz.
En comparación, las radios de amplitud modulada de banda ancha --como las de los automóviles-- trabajan en un rango mucho mayor de frecuencias, de los 540 kHz hasta 1.6 MHz.
La fuente de la mayoría de las emisiones VLF en la Tierra son relámpagos. Los relámpagos emiten una pulsación de banda ancha en forma de ondas de radio, al mismo tiempo que emiten su característico destello de luz. Las señales VLF de relámpagos cercanos, escuchadas a través del altavoz de una radio, suenan como tocino friéndose en una sartén o como el crepitar de una fogata en un campamento.
Los científicos espaciales llaman a estos sonidos "esféricos", como un diminutivo de atmosféricos.
Si no hay relámpagos en su área, usted igualmente puede escuchar en VLF los crujidos provenientes de tormentas localizadas a miles de kilómetros de distancia, ya que ¡algunos esféricos viajan alrededor de toda la Tierra! Las ondas de radio se pueden propagar a través de distancias muy grandes debido a que rebotan de la superficie de nuestro planeta a la ionosfera --una capa de la atmósfera ionizada por radiación solar ultravioleta, y viceversa.
La ionosfera, que comienza a unos 60 km por encima del suelo y se extiende a miles de kilómetros de altitud, es un buen reflector de ondas de radio VLF sobre el horizonte.
"La ionosfera y la superficie de la Tierra forman una guía de ondas natural para las señales de VLF", explica Bill Taylor, científico espacial del Centro Goddard de Vuelos Espaciales. Los "esféricos" que viajan muy lejos a través de la guía de ondas se convierten en "retorcimientos", los cuales producen un musical sonido de rebote en el altavoz de un receptor VLF.
Nuestro planeta y la ionosfera forman una guía de ondas natural para las señales de radio VLF.
Los retorcimientos suenan como suenan porque "sus componentes de alta frecuencia alcanzan el receptor antes que sus contrapartes de baja frecuencia. Esto es lo que llamamos dispersión retardada, y es el resultado de la propagación a través de la guía de ondas," dice Taylor. Cada guía de ondas se corta en una baja frecuencia específica, determinada por su tamaño físico.
Entre más cerca esté la onda de su corte, más despacio se desplaza. La frecuencia de corte de una guía natural de ondas del tamaño de la Tierra es de unos 3 kHz --frecuencia en la que cabría la mitad de la longitud de onda entre la superficie de nuestro planeta y el límite inferior de la ionosfera. Las ondas con frecuencias arriba del corte pueden viajar a través de la guía de ondas, pero las frecuencias más bajas no.
Algunas veces la ionosfera deja escapar pulsaciones de los relámpagos hacia el espacio. Las pulsaciones escapan completamente de la atmósfera siguiendo las líneas de un campo magnético que guían a las pulsaciones por 10,000 km o más, encima de la superficie terrestre hacia la magnetosfera y de regreso a la ionosfera.
"Las pulsaciones de relámpago que viajan hasta la magnetosfera y de regreso, se encuentran muy dispersas, mucho más que los retorcimientos," continua Gallagher. "Nosotros las llamamos "silbadores" porque suenan como tonos bajando lentamente.
Los silbadores están dispersados no porque sufran el efecto de frecuencia de corte sino porque viajan grandes distancias a través de plasmas magnetizados (un plasma es un gas ionizado), los cuales son medios altamente dispersivos para las señales VLF."
Los relámpagos caen sobre algún lugar en la Tierra casi todo el tiempo (unas 100 veces por segundo), de manera que los extraños ruidos de las señales VLF se están propagando constantemente alrededor de nuestro planeta. "La mejor hora para escucharlos es hacia el atardecer o el amanecer," dice Gallagher. "Durante esas horas los gradientes de densidad que actúan como guías de onda naturales se forman en la ionosfera."
En Huntsville, donde se localiza el receptor, amanece alrededor de las 6 - hora estándar del Centro o 1200 Tiempo Universal. El atardecer es diez horas más tarde en esta época del año. "Generalmente la noche es mejor que el día para escuchar un receptor VLF" continua Gallagher, "así que cualquier hora entre las 2200 UT y las 1200 UT es adecuada para escuchar el audio en la red".
Gallagher construyó el receptor para la red de un kit de radio INSPIRE VLF. INSPIRE, (Interactive NASA Space Physics Ionosphere Radio Experiments en inglés) es un programa educativo con sede en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, dirigido por Bill Pine, profesor de ciencia en un colegio secundario de Ontario, Canadá, y Bill Taylor.
Los participantes construyen sus propias radios VLF y pueden unirse a una red global de estaciones de monitoreo que incluye a más de 1500 escuelas. "Cualquier persona que aprenda a soldar puede construir uno de estos receptores," dice Gallagher.
Taylor, Pine y otras personas organizan frecuentemente experimentos para los miembros de la red de monitoreo. En 1994, radioescuchas a lo largo de Norteamérica monitorearon ondas terrestres de radio VLF durante un eclipse solar.
Las observaciones revelaron que una disminución temporal de la radiación ultravioleta afecta a la ionosfera terrestre. En 1999 y en el 2000, un receptor INSPIRE flotó a bordo de un globo sonda hasta la estratosfera para escuchar emisiones de onda en el plasma causadas por la tormenta de meteoros de las Leónidas. Los estudiantes monitorearon la lluvia de meteoros desde estaciones en la tierra al mismo tiempo.
Para muestra de lo que los miembros INSPIRE escuchar y ver el programa de la página de ejemplos sobre los tipos de señales de VLF.
Es la verdadera música de nuestro planeta.
Fuente: NASA
Mystery Space Machines
Pensamiento de hoy
Aprender sin pensar es tiempo perdido, pensar sin aprender es peligroso. Confucio, filósofo chino.
"No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va" (Séneca)
Camuflaje OVNI
En nuestro mundo, una de las facultades que más nos asombra del mundo animal es la llamada mimetismo. Esta es la capacidad de los organismos vivos para pasar inadvertidos para los depredadores. Las variantes son múltiples, desde cambiar el color del pelaje, confundiéndose con su medio, hasta el de adquirir las formas de su entorno, incluso cuando nosotros mismos observamos el comportamiento de animales de nuestro interés, utilizamos el recurso del camuflaje. En la guerra la invisibilidad es una premisa, es por eso que la nación que logre duplicar el camuflaje OVNI obtendrá todas las ventajas sobre su enemigo. Actualmente existen naves invisibles, por lo menos para el radar, como el llamado Stealth Fighter, que por su diseño y pintura especial pasa inadvertido para los radares.
Einstein, en una de sus teorías afirmaba que mediante procesos magnéticos haciendo vibrar un objeto, esté podría desplazar el espectro electromagnético visible que despiden los objetos haciéndolos completamente indistinguibles para el ojo humano. Teoría que se probaría en el tristemente célebre experimento Filadelfia en 1947, con repercusiones bastante lamentables.
Los rayos infrarrojos y ultravioleta están por encima y por debajo, respectivamente, del espectro visible para el ojo humano. Para que una frecuencia infrarroja pueda ser perceptible son necesarios elementos ópticos y tecnológicos de los que carece el ojo humano, sin embargo, un ejemplo claro para poder realizarlo en nuestro hogar, basta colocar un telemando frente a una cámara de video y observarlo en el monitor de televisión.
Esto explicaría cómo aparece y cómo queda registrado en un video un OVNI, cuando al realizar la grabación éste no se observa y ni siquiera es el centro de atención. No obstante, este fenómeno también se produce en negativos fotográficos aun cuando este proceso (óptico químico) es diferente al video. Dando una idea de que si nuestras percepciones físicas no pueden detectar estos avistamientos, sí se cuenta con elementos para poder observarlos.
Otro tipo de camuflaje OVNI (al menos físico y visible), sería el de adoptar las formas del entorno atmosférico, en este caso nubes. Se han registrado avistamientos donde los observadores de estos fenómenos, ven claramente cómo las nubes tienen movimientos caprichosos en el cielo. Estos movimientos por cierto muy semejantes a los observados a través de la historia, donde incluso algunos casos se observan bajar entidades de las mismas.
Por otra parte, la misma maniobrabilidad de algunos OVNI´s hacen que pasen desapercibidos para algunos instrumentos de detección, esto como es de suponerse, sólo es necesario hallarse fuera del campo que cubre un radar, colocándose por encima o por debajo para pasar inadvertido. En medio de estos parámetros explicativos queda otra interrogativa, ¿se pueden ver o fotografiar entidades que se desarrollan en un plano de tres dimensiones? No, no se puede, ya que no obedecen las leyes físicas y ópticas del mismo comportamiento que conocemos, haciendo imposible dejar constancia en una placa o en un video, al menos con la óptica terrestre tal y como la conocemos.
Como se podrá deducir entonces, el hecho de que observemos OVNI´s en el cielo, sólo puede tratarse de un acto consciente de ser observados y enterarnos que allá arriba está sucediendo algo.
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