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Thursday, July 10, 2008

Noticias de Julio 9 del 2008



Método Fácil Para Fabricar en la Luna Espejos de Telescopio Mayores Que los de la Tierra

Unos científicos que trabajan en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, en Greenbelt, Maryland, han ideado una receta innovadora para construir espejos gigantes de telescopios en la Luna. Según esa receta, para fabricar allí un espejo mucho mayor que cualquier otro sobre la Tierra se necesitaría un poco de carbono, algo de resina epoxídica y mucho polvo lunar.

De este modo, sería posible, y de manera bastante fácil, fabricar grandes telescopios en la Luna y evitar el gran gasto de transportarlos desde la Tierra. Dado que la mayoría de los materiales ya están allí en forma de polvo, no se tendrían que llevar hasta allá, y eso ahorraría mucho dinero.

Durante años, Peter Chen, de la NASA, ha estado trabajando con materiales compuestos de fibra de carbono para producir espejos de telescopios de calidad superior. Pero Chen y sus colegas decidieron intentar un experimento relacionado con los compuestos de fibras de carbono. Cuando mezclaron pequeñas cantidades de nanotubos de carbono y resina epoxídica (material similar a un pegamento) con rocas trituradas que tienen la misma composición y tamaño de los granos que el polvo lunar, para su sorpresa descubrieron que habían creado un material muy fuerte, con la consistencia del hormigón. Este material puede ser usado en lugar del vidrio para hacer los espejos.

Entonces aplicaron capas adicionales de resina epoxídica y dieron forma al material a la temperatura ambiente. El resultado fue un espejo en bruto de 30 centímetros con la forma de un espejo para telescopios. Todo esto se logró con el mínimo de esfuerzo y costo.

Después de eso, todo lo que necesitaron hacer los investigadores fue recubrir el espejo original con una pequeña cantidad de aluminio, y obtuvieron uno perfeccionado, con gran poder reflectante, apto para su uso en un telescopio.

Según Chen y sus colegas, este método podría ser adaptado con facilidad para fabricar espejos de tamaño mayor en la Luna, usando el ubicuo polvo lunar. Gracias a ello, sería viable construir espejos para telescopios de 50 metros de diámetro. Tal observatorio empequeñecería al actual telescopio óptico más grande del mundo: el Gran Telescopio de las Islas Canarias, de 10,4 metros de diámetro.

Las capacidades de un telescopio de 50 metros de diámetro operando en la Luna permitirían proezas científicas asombrosas. Con una plataforma estable y sin atmósfera que absorbiera o distorsionara la luz de las estrellas, el colosal telescopio podría captar los espectros de los planetas de tipo terrestre en otros sistemas solares y descubrir en ellos biomarcadores atmosféricos. Dos o más de tales telescopios repartidos por la superficie de la Luna podrían operar de modo conjunto para tomar imágenes directas de los planetas semejantes a la Tierra alrededor de otras estrellas, y detectar posibles variaciones del brillo provocadas por la alternancia entre océanos y continentes al girar el astro sobre sí mismo. Entre otros muchos proyectos, podrían hacerse observaciones detalladas de las galaxias a varias distancias, para ver cómo evolucionó el universo.

Información adicional en: http://www.nasa.gov/centers/goddard/news/topstory/2008/lunar_telescopes.html



Muestras de rocas lunares traídas por las misiones 'Apollo'. (Foto: Nature)

Descubren agua en rocas lunares recogidas por las misiones 'Apollo'

El hallazgo ha sido posible casi 40 años después gracias a técnicas actuales
Se han estudiado muestras verdes y naranjas traídas por varias tripulaciones
Los expertos tendrán que replantearse la teoría sobre el origen del satélite

"Te lo dije, ¡es verde!". Todo el mundo recuerda el "pequeño paso" de Armstrong, pero, desde el punto de vista científico, el momento culminante del programa 'Apollo' fue quizás esta exclamación.

Los astronautas David Scott y James Irwin se encontraban frente a un material lunar que, según había quedado de manifiesto tras una pequeña discusión, era de color verde.

Casi 40 años después, y gracias a nuevas técnicas de análisis, los expertos se han topado con otra gran sorpresa al estudiar éstas y otras muestras similares traídas desde nuestro satélite: en su interior hay agua.

El hallazgo, presentado en la revista 'Nature', contradice la idea mantenida hasta ahora de que la Luna es un lugar prácticamente desprovisto de agua y otros compuestos volátiles, y podría poner en entredicho algunos aspectos de la actual teoría de la formación del satélite, según la cual éste nació como consecuencia de un choque entre la Tierra y un planetoide del tamaño de Marte.

Las rocas estudiadas son cristales de origen volcánico y de colores verdosos o anaranjados, recogidos por los astronautas de la NASA durante las misiones 'Apollo 11' (julio de 1969),'Apollo 15' (julio de 1971) y 'Apollo 17' (diciembre de 1972).

Los nuevos análisis, realizados con un tipo de espectrometría de masas que no existía en los tiempos del 'Apollo', han revelado que los cristales guardan en su interior alrededor de 46 partes por millón de agua. Los científicos estiman que, originalmente, había unas 750 partes por millón de agua en el magma antes de que las erupciones lo expulsaran del interior de la Luna.

Esta cantidad es demasiado pequeña para el alcance de los instrumentos tradicionales, pero significativa a la hora de replantearse el origen de la Luna, ya que los modelos actuales establecían que todo el hidrógeno -y, por tanto, toda el agua- se habría volatilizado por completo tras la gran colisión que dio lugar al material que formó la Luna, hace unos 4.500 millones de años.

El nuevo análisis sugiere que el agua procede del interior de la Luna y escapó mediante erupciones volcánicas hace unos 3.000 millones de años. La presencia de estas moléculas tiene dos posibles explicaciones, según apuntan los investigadores: o había agua en la Tierra antes de la gran colisión y no se evaporó del todo, de forma que los actuales modelos fallan, o bien llegó hasta la Luna primigenia a través de meteoritos que chocaron con ella.

El descubrimiento sugiere también que aún debería quedar agua enterrada bajo la superficie lunar. "Lo mas seguro es que parte del sólido que forma el interior de la Luna (manto lunar) tiene que tener agua disuelta. Lo que no sabemos es cuál es la distribución (cuán homogénea es la concentración) y, desde luego, cuánto hay de agua en las rocas del manto lunar", según apunta a elmundo.es Alberto Saal, científico de la Universidad de Brown (Rhode Island, EEUU) y principal autor de la investigación.

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Pensamiento de hoy

febrero, 2008
Aprender sin pensar es tiempo perdido, pensar sin aprender es peligroso.
Confucio, filósofo chino.


"No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va" (Séneca)

Camuflaje OVNI

Copyright

En nuestro mundo, una de las facultades que más nos asombra del mundo animal es la llamada mimetismo. Esta es la capacidad de los organismos vivos para pasar inadvertidos para los depredadores. Las variantes son múltiples, desde cambiar el color del pelaje, confundiéndose con su medio, hasta el de adquirir las formas de su entorno, incluso cuando nosotros mismos observamos el comportamiento de animales de nuestro interés, utilizamos el recurso del camuflaje. En la guerra la invisibilidad es una premisa, es por eso que la nación que logre duplicar el camuflaje OVNI obtendrá todas las ventajas sobre su enemigo. Actualmente existen naves invisibles, por lo menos para el radar, como el llamado Stealth Fighter, que por su diseño y pintura especial pasa inadvertido para los radares.

Einstein, en una de sus teorías afirmaba que mediante procesos magnéticos haciendo vibrar un objeto, esté podría desplazar el espectro electromagnético visible que despiden los objetos haciéndolos completamente indistinguibles para el ojo humano. Teoría que se probaría en el tristemente célebre experimento Filadelfia en 1947, con repercusiones bastante lamentables.

Los rayos infrarrojos y ultravioleta están por encima y por debajo, respectivamente, del espectro visible para el ojo humano. Para que una frecuencia infrarroja pueda ser perceptible son necesarios elementos ópticos y tecnológicos de los que carece el ojo humano, sin embargo, un ejemplo claro para poder realizarlo en nuestro hogar, basta colocar un telemando frente a una cámara de video y observarlo en el monitor de televisión.

Esto explicaría cómo aparece y cómo queda registrado en un video un OVNI, cuando al realizar la grabación éste no se observa y ni siquiera es el centro de atención. No obstante, este fenómeno también se produce en negativos fotográficos aun cuando este proceso (óptico químico) es diferente al video. Dando una idea de que si nuestras percepciones físicas no pueden detectar estos avistamientos, sí se cuenta con elementos para poder observarlos.

Otro tipo de camuflaje OVNI (al menos físico y visible), sería el de adoptar las formas del entorno atmosférico, en este caso nubes. Se han registrado avistamientos donde los observadores de estos fenómenos, ven claramente cómo las nubes tienen movimientos caprichosos en el cielo. Estos movimientos por cierto muy semejantes a los observados a través de la historia, donde incluso algunos casos se observan bajar entidades de las mismas.

Por otra parte, la misma maniobrabilidad de algunos OVNI´s hacen que pasen desapercibidos para algunos instrumentos de detección, esto como es de suponerse, sólo es necesario hallarse fuera del campo que cubre un radar, colocándose por encima o por debajo para pasar inadvertido. En medio de estos parámetros explicativos queda otra interrogativa, ¿se pueden ver o fotografiar entidades que se desarrollan en un plano de tres dimensiones? No, no se puede, ya que no obedecen las leyes físicas y ópticas del mismo comportamiento que conocemos, haciendo imposible dejar constancia en una placa o en un video, al menos con la óptica terrestre tal y como la conocemos.

Como se podrá deducir entonces, el hecho de que observemos OVNI´s en el cielo, sólo puede tratarse de un acto consciente de ser observados y enterarnos que allá arriba está sucediendo algo.