No descarte lo que en apariencia no tiene explicacion...bienvenido a mi viaje y las experiencias que quiero compartir con ustedes. Como alguien una vez me dijo: SI NO SUBES LA MONTAÑA, NO DESCUBRIRAS LA LLANURA
House Music Ivan Robles
Tuesday, June 29, 2010
Una puerta abierta al fin del mundo
Playas blancas e infinitas, sol abierto y brillante, vida salvaje, historias de aventuras y el encanto del siempre original vino africano. Las credenciales de Ciudad del Cabo -motor económico de Sudáfrica- invitan al visitante a dejarse llevar por una de las ciudades más africanas, pero al mismo tiempo más cosmopolitas del continente. Parada indispensable en cualquier periplo por el país africano, la ciudad más austral del país está enclaustrada entre los océanos Atlántico e Índico, entre la montaña y la arena de las playas blancas, entre enrevesados montes y llanos infinitos que albergan la más auténtica de las vidas salvajes africanas.
La geografía de Ciudad del Cabo es lo que la hace tan especial. Situada en la costa oeste sudafricana, en una abrupta cadena montañosa que termina en Punta del Cabo y sobresale en el Océano Atlántico, su localización ofrece maravillosas vistas y, aunque no es el punto más austral del continente africano, uno siente que desde las alturas de Table Mountain (Montaña Mesa) ha llegado al fin del mundo y que podría tocar el cielo con los dedos.
Table Mountain, a cuyos pies se encuentra la ciudad, se puede recorrer a pie, escalando su pronunciada pendiente, disfrutando de sus parajes verdes y repletos de vida salvaje. Para los menos atrevidos, se puede coronar la cima en cuestión de minutos gracias a un teleférico, convertido en una de las mayores atracciones de la ciudad. Otra posibilidad es atreverse con la bajada y sentir la experiencia de descender la montaña haciendo rapel, contemplando además de primera mano la extraña y singular forma de mesa de este maravilloso accidente de la naturaleza.
Una mezcla singular
Una vez en lo alto, contemplaremos y admiraremos las vistas de Ciudad del Cabo. Blancos y negros, europeos y asiáticos, gente de hemisferio Norte y del hemisferio Sur se mezclan en sus calles, llenas de vitalidad, entre sus colores y sus ritmos africanos y mestizos. Una mezcla que el apartheid condenó, pero que creó la amalgama de cruces, colores y sabores que conforman el encanto de los sudafricanos.
La excursión más famosa desde Ciudad del Cabo es al afamado Cabo de Buena Esperanza que, sin duda, nos traerá a la mente historias de los primeros aventureros y exploradores europeos. Lugar legendario en la historia de la navegación y las exploraciones por su importancia en las rutas comerciales entre Asia, el nuevo y el viejo mundo, sus aguas verdes esmeralda en verano nos abrirán la mente a un escenario único donde podremos recrear cómo se sentían los exploradores en sus primeros periplos llenos de aventuras.
El Cabo de Buena Esperanza no es el lugar más meridional de continente –este honor corresponde al Cabo de Agulha, más al este-. Tampoco ahí se abrazan los océanos Índico y Atlántico, pero sin duda es parada obligatoria para cualquier visitante a la más moderna de las ciudades sudafricanas, convertida además en meca para los surfistas de medio mundo.
Cárcel de deseos y aspiraciones
Sumergidos en nuestro paseo por la historia, desde Ciudad del Cabo podremos visitar la mítica isla de Robben Island, la cárcel que durante casi 30 años frustró los deseos y aspiraciones de Nelson Mandela, el icono moral de referencia en Sudáfrica. Hoy Patrimonio de la Humanidad, la isla-cárcel sudafricana se encuentra a media hora de navegación de la península en la que está situada Ciudad del Cabo y una vez allí contemplaremos los secretos que encierra: avestruces, ciervos, pingüinos, fauna y flora maravillosa que podremos contemplar en una visita también al Museo de Robben Island.
A poca distancia de aquí se encuentra la ciudad de los vinos Constantia, la más antigua de Sudáfrica, que se convertirá en un paraíso para los amantes del buen vino. Parecidos a los españoles en su pasión vitivinícola, los sudafricanos han sabido combinar lo mejor de sus tierras con la sabiduría enológica, lo cual se podrá descubrir en las diferentes rutas que, sin duda, sorprenderán a los paladares españoles, acostumbrados a vinos cálidos y fuertes. En el área de Ciudad del Cabo hay unos 200 viñedos en los que se ofrecen degustaciones. Los mejores se encontrarán en las conocidas como cuatro rutas del vino: Stellenbosch, Paarl, Franschhoek y Wellington.
Mystery Space Machines
Pensamiento de hoy
Aprender sin pensar es tiempo perdido, pensar sin aprender es peligroso. Confucio, filósofo chino.
"No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va" (Séneca)
Camuflaje OVNI
En nuestro mundo, una de las facultades que más nos asombra del mundo animal es la llamada mimetismo. Esta es la capacidad de los organismos vivos para pasar inadvertidos para los depredadores. Las variantes son múltiples, desde cambiar el color del pelaje, confundiéndose con su medio, hasta el de adquirir las formas de su entorno, incluso cuando nosotros mismos observamos el comportamiento de animales de nuestro interés, utilizamos el recurso del camuflaje. En la guerra la invisibilidad es una premisa, es por eso que la nación que logre duplicar el camuflaje OVNI obtendrá todas las ventajas sobre su enemigo. Actualmente existen naves invisibles, por lo menos para el radar, como el llamado Stealth Fighter, que por su diseño y pintura especial pasa inadvertido para los radares.
Einstein, en una de sus teorías afirmaba que mediante procesos magnéticos haciendo vibrar un objeto, esté podría desplazar el espectro electromagnético visible que despiden los objetos haciéndolos completamente indistinguibles para el ojo humano. Teoría que se probaría en el tristemente célebre experimento Filadelfia en 1947, con repercusiones bastante lamentables.
Los rayos infrarrojos y ultravioleta están por encima y por debajo, respectivamente, del espectro visible para el ojo humano. Para que una frecuencia infrarroja pueda ser perceptible son necesarios elementos ópticos y tecnológicos de los que carece el ojo humano, sin embargo, un ejemplo claro para poder realizarlo en nuestro hogar, basta colocar un telemando frente a una cámara de video y observarlo en el monitor de televisión.
Esto explicaría cómo aparece y cómo queda registrado en un video un OVNI, cuando al realizar la grabación éste no se observa y ni siquiera es el centro de atención. No obstante, este fenómeno también se produce en negativos fotográficos aun cuando este proceso (óptico químico) es diferente al video. Dando una idea de que si nuestras percepciones físicas no pueden detectar estos avistamientos, sí se cuenta con elementos para poder observarlos.
Otro tipo de camuflaje OVNI (al menos físico y visible), sería el de adoptar las formas del entorno atmosférico, en este caso nubes. Se han registrado avistamientos donde los observadores de estos fenómenos, ven claramente cómo las nubes tienen movimientos caprichosos en el cielo. Estos movimientos por cierto muy semejantes a los observados a través de la historia, donde incluso algunos casos se observan bajar entidades de las mismas.
Por otra parte, la misma maniobrabilidad de algunos OVNI´s hacen que pasen desapercibidos para algunos instrumentos de detección, esto como es de suponerse, sólo es necesario hallarse fuera del campo que cubre un radar, colocándose por encima o por debajo para pasar inadvertido. En medio de estos parámetros explicativos queda otra interrogativa, ¿se pueden ver o fotografiar entidades que se desarrollan en un plano de tres dimensiones? No, no se puede, ya que no obedecen las leyes físicas y ópticas del mismo comportamiento que conocemos, haciendo imposible dejar constancia en una placa o en un video, al menos con la óptica terrestre tal y como la conocemos.
Como se podrá deducir entonces, el hecho de que observemos OVNI´s en el cielo, sólo puede tratarse de un acto consciente de ser observados y enterarnos que allá arriba está sucediendo algo.
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