La ciudad y fortaleza cruzada conocidas en la actualidad con el nombre de Apolonia-Arsuf, fueron construidas sobre un acantilado que da hacia el Mediterráneo, a unos 15 km. al norte de la moderna Tel Aviv.
Excavaciones conducidas periódicamente desde la década de 1950 han revelado que durante el período persa (siglos VI - V AEC) se fundó en el lugar un asentamiento conocido como Arshuf, en honor al dios cananeo-fenicio de la fertilidad y del infierno, Reshef. Durante el período helenista, Reshef fue identificado con el dios griego Apolo y de ahí el nombre Apolonia. Los habitantes de esta antigua ciudad producían una tintura púrpura especial extraída de los moluscos murex y la exportaban, haciendo uso del puerto natural. Durante el período romano, la ciudad creció en tamaño; se pusieron en descubierto las ruinas de una grande y elegante villa construida en la más fina tradición arquitectónica romana.
Pero fue durante el período bizantino que la ciudad prosperó más aún y se extendió hasta cubrir una superficie de 28 hectáreas. Han sido descubiertas ruinas de edificios, instalaciones industriales y una primorosa iglesia de este período. En el Período Arabe Temprano, cuando se restauró a la ciudad el nombre semita de Arsuf, su superficie disminuyó a unas 9 hectáreas y, por primera vez, fue rodeada por una muralla fortificada con contrafuertes.
Poco después que los cruzados conquistaran Jerusalem en 1099, hicieron su primer intento de tomar Arsuf. Fracasaron por la falta de una flota que impusiera un bloqueo naval. Pero en la primavera del año 1101, después de sólo una breve batalla, la ciudad cayó en manos del ejército cruzado comandado por Balduino I, rey de Jerusalem. Los cruzados reconstruyeron la muralla de la ciudad de Arsur (su manera de pronunciar el nombre) y construyeron una fortaleza sobre los acantilados que miran al mar. Después de la derrota de los cruzados en los Cuernos de Jitín, en 1187, Arsuf pasó a contrul musulmán, pero el 7 de septiembre de 1191, en una batalla que se llevó a cabo fuera de la ciudad entre el ejército cruzado dirigido por Ricardo Corazón de León y el ejército musulmán de Saladino, los musulmanes fueron derrotados. Arsur fue dominada nuevamente por los cruzados, quienes la volvieron a fortificar a mediados del siglo XIII. El dominio cruzado llegó a su término en 1265 cuando, después de un asedio de cuarenta días, la ciudad fue conquistada por el líder mameluco Baibars y los defensores de la fortaleza se rindieron. Los musulmanes derribaron los muros de la ciudad y de la fortaleza hasta sus cimientos, por temor al regreso de los cruzados. La destrucción fue tan completa que el sitio no volvió a ser habitado y durante los siglos siguientes sus ruinas estuvieron cubiertas por la tierra y la arena.
Desde 1996 se han llevado a cabo excavaciones en el lugar, pero principalmente en la fortaleza cruzada, en vistas a ser convertido en un parque nacional. Fueron encontradas partes de la muralla de la ciudad y su portón oriental, así como los restos de las defensas y los edificios de la fortaleza.
LAS FORTIFICACIONES DE LA CIUDAD
Una porción de la muralla de la ciudad de Apolonia-Arsur y una torre de esquina quedaron al descubierto en la parte sudoriental de ella. El muro de la ciudad tenía 2,2 metros de grosor, construido de bloques de kurkar y cemento. Un foso de 9 m. de ancho protegía la muralla. El portón de la ciudad se encontraba en el centro de la muralla oriental. Consistía en dos torres alargadas, semicirculares, que sobresalían hacia afuera de la línea de la muralla. Las torres se ensanchaban hacia sus bases, alcanzando un diámetro de 4,4 m. El acceso al portón de 2,2 m. de ancho probablemente era a través de un puente de madera, sostenido por un arco, sobre el foso.
LA FORTALEZA CRUZADA
La fortaleza cruzada en Apolonia-Arsur se encuentra en el extremo noroeste de la ciudad. Estaba protegida por tres redes de fortificaciones que incluían muros con torres y un foso. Los muros rodeaban la fortaleza por cuatro lados; además, un acantilado de 30 m. de alto en el oeste le proporcionaba adecuada protección. La fortaleza estaba construida de kurkar reforzado con cemento. Su abastecimiento de agua se aseguraba por medio de grandes cisternas construidas debajo de ella en las que se recolectaba el agua de lluvia.
El sistema de fortificación exterior consistía de un muro de contención cuyos cimientos estaban en el fondo del foso y cinco torres semicirculares, cada una de 23 m. de diámetro, con aspilleras para los arqueros. Este muro creaba un sólido podio de amplia base sobre el cual se encontraba el sistema defensivo del medio. Un foso particularmente ancho, de hasta 30 m. de ancho y 14 m. de profundidad, protegía la fortificación; la pared exterior del foso sostenía una alta contraescarpa. Una pilastra de 4,5 m.de ancho sobresalía del extremo sudoriental del foso y otra pilastra, frente a ella en el lado interior indica que había un puente levadizo de madera que brindaba acceso a la fortaleza por sobre el foso.
La fortificación media y la puerta principal. El muro de 4 m. de grosor estaba protegido por torres semicirculares. La puerta que daba al este estaba formada por dos torres absidales alargadas de 12 x 4,5 m. cada una, que se ensanchaban hacia la base. Se entraba a las torres desde el patio interior a través de aberturas en su costado occidental. El pasaje entre las torres estaba pavimentado con losas de kurkar rectangulares y uniformes. A lo largo de las murallas a ambos lados de la entrada había bancos de piedra. El umbral de la puerta, hecho de un pilar de mármol en uso secundario, estaba totalmente expuesto. Las dos alas de madera de la puerta estaban montadas sobre goznes de hierro, uno de los cuales se conservó intacto. Frente a la entrada había pilastras con muescas usadas para bajar una red de hierro que protegía la puerta.
El sistema defensivo interior consistía en segmentos de muralla de 3 m. de ancho que encerraban el patio interior de la fortaleza. En el costado occidental el patio estaba cerrado por una fuerte torre que servía como calabozo de la fortaleza. El patio interior, de 28 x 10 m., daba acceso a partes de la fortaleza interior y a los salones con arcos debajo de ella. Alrededor del patio había habitaciones y salones con techos abovedados y escaleras que conducían al segundo piso, que servía como cuartel de la guardia. Grandes y redondas piedras de moler fueron encontradas en la parte norte del patio; la cocina de la fortaleza (10 x 7 m.) estaba en el extremo noroeste del patio. Estaba pavimentada con losas de piedra y contenía cinco hornos, dos cubas para agua, un sistema de tuberías de agua y una pequeña pieza de servicio. El calabozo se encuentra en la parte occidental del patio, frente a la entrada. Su parte superior, planeada como una torre octogonal, fue convertida posteriormente en cuadrada. Probablemente tenía 10 m. de alto y estaba destinada a ser refugio final de los defensores de la fortaleza. La parte inferior de esta torre consistía en una sala alargada de 4 m. de ancho, abovedada; se abría hacia espacios subterráneos que conducían al puerto.
Se encontró una significativa evidencia del asedio mameluco en el año 1265 y de la batalla por la conquista de la ciudad y la fortaleza. Se puso en descubierto uno de los túneles cavados por debajo de las fortificaciones de la ciudad en un intento por derrumbarla, y en el pozo se encontraron piedras del derrumbe. Una enorme capa de cenizas, producto de la conflagración, cubría partes de la fortaleza y se encontró un gran número de flechas y piedras de ballesta dispersas por todas partes.
Desde 1996 las excavaciones han sido dirigidas por I. Roll en nombre de la Universidad de Tel Aviv.
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