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Thursday, October 16, 2008

Un cráneo fósil desvela las claves del origen de los animales terrestres





Debemos nuestra existencia a la suerte. En el laberinto de probabilidades remotas, la buena fortuna quiso, si nos remontamos "sólo" al Devónico (hace 410-360 millones de años), que unos peces minoritarios fueran los elegidos para, más tarde, conquistar los continentes.

Durante esa transición, ocurrida en apenas unos instantes geológicos (pero no tan breves, en realidad), aquellos peces fueron sufriendo cambios morfológicos. Los más evidentes fueron el paso de aletas a patas, lo que dio lugar a los llamados tetrápodos (literalmente, "de cuatro patas").

La paleontología reconstruye la historia de la vida uniendo piezas de un puzzle aún lleno de agujeros. En 2004, un equipo dirigido por Ted Daeschler, de la Academia de Ciencias Naturales de Estados Unidos, descubrió uno de esos fósiles de transición que encajaban perfectamente en la escala evolutiva entre el pez y el tetrápodo.

'Tiktaalik roseae' era un animal de hasta 2,5 metros de largo, dotado de "aletas" sólidas, capaces de sostener el peso del cuerpo, y con una cabeza chata, similar a la de un cocodrilo. Era un voraz depredador de dientes afilados que vivió en el mar del Devónico tardío, hace 375 millones de años.

Pero 'Tiktaalik' ha tardado cuatro años desde su descubrimiento en hacer sus confesiones más interesantes a los paleontólogos: este híbrido ya contaba con los rasgos craneales que habían sido adjudicados exclusivamente a los animales terrestres. El análisis detallado del cráneo fósil ha confirmado que el salto del agua a la tierra no fue tan rápido como se creía.

"En tanto que vertebrado con aletas que comparte muchos rasgos con los vertebrados con patas, 'Tiktaalik' ha sido muy útil para conocer más detalles sobre la transición evolutiva desde el pez hasta los tetrápodos", explica a EL MUNDO Jason Downs, investigador de la Academia de Ciencias Naturales de EEUU.

"Las características del cráneo en los tetradomorfos primitivos y con aletas es muy diferente de aquéllas de las formas con patas. Esto ha dado la impresión de que el cráneo evolucionó muy rápido en esta transición. Sin embargo, el problema ha sido más causado por una falta de formas intermedias. Con esas formas intermedias, esta transición puede quedar fragmentada en una serie de pequeños cambios. 'Tiktaalik' es una de esas formas intermedias", añade Downs.

Más aún, las características que permitieron más tarde la aparición de cuatro patas y otros rasgos de los tetrápodos fueron, en realidad, adaptaciones para vivir en aguas someras, cuando ninguno de los peces elegidos tenía "previsto" aún dar el salto definitivo a la tierra.

Así lo describe un estudio publicado hoy en 'Nature'.

En efecto, 'Tiktaalik' vivía en el fondo de aguas poco profundas, e incluso quizá se daba algunos paseos cortos por tierra, a juzgar por caracteres de su cráneo, cuello y apéndices que comparte con los vertebrados terrestres que aparecerán más tarde.

De hecho, ya gozaba de cierta movilidad en la cabeza, algo poco útil para los peces que habitaban aguas profundas, según los investigadores, pero sí para los que moraban y cazaban en aguas someras.

"Los peces de aguas profundas se mueven y alimentan en espacios tridimensionales y pueden orientarse fácilmente en dirección a su presa", explica Farish Jenkins, de la Universidad de Harvard. "Un cuello móvil es ventajoso en lugares donde el cuerpo está relativamente fijo, como es el caso de las aguas someras o sobre tierra".

'Tiktaalik' se inserta perfectamente dentro de esta transición gradual que comenzó en el agua, pues presenta ya la típica reducción del hiomandibular -un hueso que sostiene la mandíbula de los peces, derivado del arco branquial-, fundamental para tener movilidad de cuello y cabeza.

Esa reducción y reorientación tienen que ver con el achatamiento del cráneo y abrirán el camino, siempre fortuitamente, para que el hiomandibular se convierta en una pieza clave para que los animales terrestres podamos oír -el estribo, el pequeño hueso que tenemos en el oído interno, es un recuerdo que guardamos de nuestros ancestros acuáticos-.

Todos estos rasgos reafirman la posición intermedia de este animal entre el pez y los tetrápodos. "Con apéndices capaces de soportar el peso del cuerpo, un cráneo más consolidado, costillas capaces de sostener el tronco" en un ambiente más grávido (con respecto al agua), "un sistema respiratorio menos dependiente de la respiración en el agua, una cabeza capaz de movimiento independiente y proporciones craneales que se aproximan a las de los tetrápodos, 'Tiktaalik' revela un estadio importante en el origen de los vertebrados terrestres", concluyen los autores en su estudio.

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Pensamiento de hoy

febrero, 2008
Aprender sin pensar es tiempo perdido, pensar sin aprender es peligroso.
Confucio, filósofo chino.


"No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va" (Séneca)

Camuflaje OVNI

Copyright

En nuestro mundo, una de las facultades que más nos asombra del mundo animal es la llamada mimetismo. Esta es la capacidad de los organismos vivos para pasar inadvertidos para los depredadores. Las variantes son múltiples, desde cambiar el color del pelaje, confundiéndose con su medio, hasta el de adquirir las formas de su entorno, incluso cuando nosotros mismos observamos el comportamiento de animales de nuestro interés, utilizamos el recurso del camuflaje. En la guerra la invisibilidad es una premisa, es por eso que la nación que logre duplicar el camuflaje OVNI obtendrá todas las ventajas sobre su enemigo. Actualmente existen naves invisibles, por lo menos para el radar, como el llamado Stealth Fighter, que por su diseño y pintura especial pasa inadvertido para los radares.

Einstein, en una de sus teorías afirmaba que mediante procesos magnéticos haciendo vibrar un objeto, esté podría desplazar el espectro electromagnético visible que despiden los objetos haciéndolos completamente indistinguibles para el ojo humano. Teoría que se probaría en el tristemente célebre experimento Filadelfia en 1947, con repercusiones bastante lamentables.

Los rayos infrarrojos y ultravioleta están por encima y por debajo, respectivamente, del espectro visible para el ojo humano. Para que una frecuencia infrarroja pueda ser perceptible son necesarios elementos ópticos y tecnológicos de los que carece el ojo humano, sin embargo, un ejemplo claro para poder realizarlo en nuestro hogar, basta colocar un telemando frente a una cámara de video y observarlo en el monitor de televisión.

Esto explicaría cómo aparece y cómo queda registrado en un video un OVNI, cuando al realizar la grabación éste no se observa y ni siquiera es el centro de atención. No obstante, este fenómeno también se produce en negativos fotográficos aun cuando este proceso (óptico químico) es diferente al video. Dando una idea de que si nuestras percepciones físicas no pueden detectar estos avistamientos, sí se cuenta con elementos para poder observarlos.

Otro tipo de camuflaje OVNI (al menos físico y visible), sería el de adoptar las formas del entorno atmosférico, en este caso nubes. Se han registrado avistamientos donde los observadores de estos fenómenos, ven claramente cómo las nubes tienen movimientos caprichosos en el cielo. Estos movimientos por cierto muy semejantes a los observados a través de la historia, donde incluso algunos casos se observan bajar entidades de las mismas.

Por otra parte, la misma maniobrabilidad de algunos OVNI´s hacen que pasen desapercibidos para algunos instrumentos de detección, esto como es de suponerse, sólo es necesario hallarse fuera del campo que cubre un radar, colocándose por encima o por debajo para pasar inadvertido. En medio de estos parámetros explicativos queda otra interrogativa, ¿se pueden ver o fotografiar entidades que se desarrollan en un plano de tres dimensiones? No, no se puede, ya que no obedecen las leyes físicas y ópticas del mismo comportamiento que conocemos, haciendo imposible dejar constancia en una placa o en un video, al menos con la óptica terrestre tal y como la conocemos.

Como se podrá deducir entonces, el hecho de que observemos OVNI´s en el cielo, sólo puede tratarse de un acto consciente de ser observados y enterarnos que allá arriba está sucediendo algo.