Hay estudios que están mostrando el conocimiento sabio que en materia de arquitectura y astronomía tenían los amautas e ingenieros del imperio Inca. Uno de los expertos que hace ese seguimiento con una fe casi religiosa es Dante Salas Delgado, autor de varios libros, entre ellos "Arqueostronomía Inca". Él tuvo la gentileza de visitar Correo y esta es la conversación.
-¿Por qué considera que la ciudad imperial fue construida teniendo en cuenta el alineamiento de los astros?
La arquitectura inca está alineada con los movimientos del cosmos...
-¿Por qué?
Porque los incas conocían los movimientos del cosmos, es decir, de los astros, que además eran sus divinidades. La investigación comprueba que los diseños arquitectónicos eran cósmicos. Los registros fotográficos de estos descubrimientos inéditos, que dicho sea de paso están en mi libro "Arqueoastronomía Inca", demuestran que las plazas, usnus (altares), las calles, ventanas, espacios sagrados, tienen alineamientos perfectos a los eventos sagrados de la división del tiempo y del espacio. Es decir, los solsticios, los equinoccios, los pasos del Sol y la trayectoria de la constelación Cruz del Sur y el desplazamiento de la galaxia de la Vía Láctea, que son las principales referencias del firmamento del que forma parte nuestro planeta Tierra.
- ¿Cómo se demuestra esta teoría en la arquitectura del Cusco?
Tras 20 años de investigaciones, conseguimos el apoyo del Instituto de Astrofísica de Islas Canarias que, con aportes de instrumentos de medición del universo y de mapas virtuales -y con la misma experiencia de algunos astrónomos- nos permitieron confirmar que los incas fueron grandes arquitectos y astrónomos. Tanto es así que la ciudad del Cusco tiene una forma de felino -puma- que en su tiempo era una deidad del incario. El diseño del Cusco es sideral. Y es que todas las calles de la estructura del puma totémico están alineadas a los diferentes eventos estacionales de nuestro universo cercano.
- ¿Respecto de las calles de la ciudad, qué nos puede decir sobre lo que está afirmando?
Por ejemplo, el Muyuqmarca, ubicado en la cima del Sacsayhuamán, que se piensa que era un círculo calendario agrícola, viene a ser el ojo del puma. Esto porque su estructura, entre ellos sus canales, recinto y divisiones, alinean con movimientos estelares y desplazamientos de algunos astros. Asimismo, los encauzamientos de los ríos Choquechaka y el Tulumayo, que convergen con el río Shapi, donde empieza el Huatanay, forman la figura geométrica del felino, tal como lo probamos en fotografías y en estudios de arqueoastronomía. Y las calles al interior de la figura del puma son también funcionales con la figura del puma y con los astros. Siete Culebras, Hatunrumyoq e Inka Roka están alineados con la salida del Sol, al amanecer del 21 de junio. Y las calles Zetas, Intikahuarina y Pantipata alinean en una suerte de momentos cumbres de la salida del Sol los 15 de mayo de cada año, día en que también la constelación Cruz del Sur se encuentra en su cenit.
- ¿Y es cierto que en todos los sitios arqueológicos del Cusco hay la misma constante de orientaciones de tipo estelar?
El seguimiento que he hecho en 20 años me demuestra que en todos los sitios arqueológicos de la región existen alineamientos y orientaciones en las estructuras arquitectónicas. En el caso de la fortaleza de Sacsayhuamán las puertas han sido construidas observando el alineamiento con el primer solar en el horizonte cósmico de los equinoccios. En Pisacc, en Yucay, Urubamba, Ollantaytambo, Chinchero, entre otros, existen ejemplos contundentes de sabiduría arquitectónica ligada a los astros. Es más, esta constante es aún más evidente en el cóndor que está plasmado en el cerro de Pisac con diferentes días sagrados del ciclo estacional o antiguo calendario.
- ¿Qué ocurre en Machupicchu?
El diseño de la ciudadela tiene la misma regularidad en todos los sectores de su distribución urbana. Para muestra un botón: ya es conocido que por la ventana del torreón principal del Santuario el Sol ingresa en su primera aparición el 21 de junio, día que determina el solsticio de invierno.
-Más que con el cosmos, los incas al parecer usarían este conocimiento para la agricultura y eventualmente para el calendario de sus ritos y festividades...
La observación y el seguimiento del desplazamiento de los cuerpos celestes determinaron la organización social y calendárica de la sociedad inca. Y es obvio que se aplicaban de modo práctico en el ciclo agrícola.
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